producción de fibras vegetales

Para AAPRESID, las regulaciones europeas anti deforestación “solo sirven como castigo” para el productor argentino

Desde la entidad, junto a otras vinculadas a la producción agropecuaria, se plantea la necesidad de generar una política de Estado “muy agresiva” para frenar toda regulación de la Unión Europea (UE) que fue pospuesta para el 2026, la cual ya fue asumida por otros países de la región como Brasil, Paraguay y Uruguay.

Marcelo Torres, presidente de AAPRESID Foto: Prensa AAPRESID

El presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Marcelo Torres, planteó la oportunidad que tiene Argentina de posicionarse como un líder mundial en la producción de alimentos y fibras vegetales, por lo que, como otros países de la región, debe asumir “una estrategia muy agresiva” tanto pública como privada frente a políticas de “manipulación” que busca imponer la Unión Europea (UE) y a “lo absurdo que resulta la Agenda 2030”.

Más allá de la decisión de la UE de postergar por un año, es decir hasta enero de 2026, la entrada en vigencia de las reglamentaciones anti deforestación, Torres consignó en diálogo con el programa “Aire de Campo”, que se emite por Radio Perfil, que las normas que busca imponer el bloque “solo sirven como castigo”..

El objetivo del Reglamento 1115, aprobado por el Parlamento Europeo en mayo de 2023, es garantizar que solo se permita el ingreso a la UE de productos legales y libres de deforestación.

Inicialmente la medida iba a comenzar a regir desde enero de 2025, aunque se dispuso postergar el comienzo hasta el 2026. Europa busca evitar que la compra de diferentes materias primas y productos derivados, como el aceite de palma, la carne vacuna, la soja, el café, el caucho, la madera o el chocolate, generen la deforestación en países exportadores.

Para Torres, este tipo de regulaciones “solo sirven como castigo para la producción. Es un tema complejo, ya que las normas han ido mutando hacia una cosa que no tiene lógica, donde la única lógica es la del mercado y donde está el riesgo que solo se pene al productor por la imposición de este tipo de regulaciones, al tiempo que no haya premio para el que hace las cosas bien”.

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“Qué pasa si con la regulación 1115 europea se empieza a hablar de humedales, con el mismo absurdo que dicen que un campo en Pergamino está deforestado porque alguien se le ocurrió sacar un monte de media hectárea. También pueden decir que un suelo, con rasgos de hidromorfismo a un metro de profundidad es un humedal. Y por este motivo, no quieren comprar soja que provenga de un lote en la Cuenca del Salado, de Lobos o de General Belgrano”, expresó.

Reclamo de Aapresid

En este sentido, Torres aseguró que por ello desde la Argentina “tenemos que tener una posición mucho más firme, y mucho más lógica” para atenuar el impacto que pudieran tener este tipo de regulaciones dentro de la producción local.

Por ello, el titular de Aapresid sostuvo que “allí deberíamos tener una estrategia público-privada que debería trascender a los gobiernos. Tal como se lo ve en Brasil, donde hoy está Luiz Inácio Lula da Silva, cuya política no cambió en este sentido respecto de la gestión de Jair Bolsonaro. Lo mismo sucede en Paraguay o Uruguay, donde los estados tienen una estrategia”.

Agregó que “en la Argentina, vamos para un lado, y según quien gane, giramos en la política 180 grados en sentido contrario” y consignó, más allá de cada administración, “deberíamos tener una estrategia muy agresiva para promover que nuestra producción tiene baja huella ambiental y allí podríamos exportar sembradora de siembra directa y/o alimentos fríos”.

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Por otro lado, aseguró que “los productores tienen que estar involucrados en las transiciones y tenemos que llevar como Argentina las discusiones a temas racionales, y allí es cuando podemos capturar valor”.

“Esto lo hemos hablado con funcionarios de Cancillería y también de la Secretaría de Agricultura de la Nación. Creo que hay una oportunidad, pero entiendo la manipulación y lo absurdo de la agenda 2030 y las peticiones europeas. Por ello, estamos de acuerdo en que esto va a terminar siendo una penalización más que un premio” para la producción local.

 

 

Gi