El progreso de la digitalización “arrasa” en el campo aunque su empleo es “muy bajo” aún en Argentina o Brasil

Avanza en el agro argentino el proceso de digitalización de datos e información para actuar en beneficio del desarrollo del sector, aunque pueden pasar décadas hasta que se visualicen sus ventajas y resultados.

Federico Bert, gerente del Programa de Digitalización Agroalimentaria del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) Foto: Cuenta de X de Federico Bert

El sector agropecuario en la Argentina, como en la región, está en pleno proceso de transformación en materia de digitalización y utilización de la inteligencia artificial para mejorar la productividad y sustentabilidad de la actividad agrícola y pecuaria. Hoy en Argentina están en marcha más de 200 emprendimientos que ofrecen nuevas tecnologías y soporte digital para asistir al productor local, aunque solo un 10% de los proyectos alcanzan una escala considerable en el número de productores que las utilizan.

Así lo indicó Federico Bert, gerente del Programa de Digitalización Agroalimentaria del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en diálogo con el programa “Aire de Campo”, que se emite por Radio Perfil.

Según el especialista, “el agro está en pleno proceso de transformación". "Ya hubo varios antes y hoy vive la irrupción de las nuevas tecnologías digitales. En cada país, de los 34 miembros que componen la OEA, hay distintas realidades. En términos generales, hay mucha más tecnología disponible de la que se emplea. Los productores, incluso los más tecnificados de Argentina y Brasil, solo usan una mínima proporción de todas las tecnologías que hay disponibles”, dijo. 

Bert comentó que en la Argentina hay más de 200 emprendimientos que ofrecen tecnología y soporte digital para beneficiar el desempeño de la actividad agropecuaria a través de soluciones digitales. “Son pocas, solo un 10%, las que alcanzan hoy una escala considerable”, expresó el especialista del IICA.

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Consignó también que para cada proceso que mueve al sistema agroalimentario en la Argentina, o la región, desde antes de comenzar la siembra hasta la comercialización de los productos o alimentos, hay dos o tres emprendedores que aportan soluciones a través de un abanico muy amplio de opciones en base a la utilización de la tecnología hoy disponible. Aquellos proyectos que más prosperan hoy son aquellos vinculados a la digitalización y gestión de datos y también la instrumentación de la agricultura de precisión a través de procesos de digitalización.

Según Bert, “pueden pasar muchos años hasta que los productores agropecuarios puedan adaptarse a los beneficios que puede aportarles en su actividad las nuevas tecnologías. Allí es difícil que haya una solución única en materia digital que alcance a la totalidad de la diversidad de la producción, que es muy amplia: eso se resuelve con tiempo”.

El productor y la tecnología digital

Bert manifestó que “el proceso que marca el empleo de las nuevas tecnologías recién comienza en el agro. Desde la perspectiva de las Agtech, las más exitosas, pueden rondar solo un 10% del universo disponible. Y estas tienen una penetración de entre un 2 al 5% del mercado total que pueden llegar a tener. Está todo para hacerse y actualmente el uso todavía es muy bajo”.

Para el especialista, el empleo y acceso a estas nuevas tecnologías se plantea como un “proceso complejo” y las cuestiones que puedan condicionar su desarrollo está supeditado a la infraestructura y conectividad disponible para los productores, y también consignó que una traba es que “en su gran mayoría, los productores no son nativos digitales”.

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Por ello, el referente del IICA reconoció que “sin duda la transformación digital en la actividad agropecuaria es grande y fuerte y como toda transformación lleva mucho tiempo. Los cambios que se fueron viendo en el agro llevaron varias décadas como mínimo. Cuando en medio siglo podamos verlo y que el proceso llevó 20 o 30 años, comprobaremos que no era un proceso que se podía dar de un día para otro”.

Explicó que “la inteligencia artificial comenzó antes del chat GPT, y en el agro desde hace rato que se están implementando soluciones basadas en la inteligencia artificial. Por ejemplo, hay emprendedores que ofrecen sistemas de riego inteligentes, que calculan la dosis o la cantidad en milímetros a aplicar, que tiene como base muchas cosas, entre ellas algoritmos”.

“Hoy -dijo- hay algunas plataformas que utilizan la inteligencia artificial del chat GPT para ayudar a contestar consultas de los usuarios. Una vez más el agro no escapa a los patrones que emplean otras industrias y la digitalización arrasa, y allí la inteligencia artificial es parte de la digitalización. Ir al médico hace 20 años era una cosa muy distinta a la de hoy. Actualmente hay muchísima tecnología y diagnósticos con todo tipo de imágenes y con medicina de precisión. Y todo lo que ocurre en sectores como la medicina también está ocurriendo en el agro. Quizás no es tan visible, pero no hay que tener dudas de lo que está ocurriendo”.

Situación del desarrollo de Agtech

Según Bert, “las Agtech son empresas tecnológicas y corren una carrera que va muy rápida y para eso necesitan financiamiento. Años atrás hubo un auge y se registró una inversión de más de 50.000 millones de dólares en todo el mundo, y eso bajó mucho y afecta claramente el ritmo de desarrollo de las innovaciones de los emprendedores”.

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“Vemos -agregó- que los fondos de inversión de capital de riesgo comienzan a entender que el agro tiene procesos más lentos y no aparecen unicornios de un día para otro. Eso modifica un poco la lógica inversora y comienzan a tener un poco más de paciencia con los emprendedores del agro”.

Por ello, expresó que “también comienzan a aparecer otros jugadores como las bancas multilaterales de desarrollo que empiezan a poner algo de dinero o también los fondos internacionales de desarrollo, como el FIDA de Naciones Unidas, y comienza a haber una irrupción de dinero del sector público internacionales para apalancar estos procesos. Allí, en colaboración con fondos privados, auguro que, aunque ha mermado un poquito la inversión privada, se avizora un horizonte interesante para movilizar este movimiento”, dijo.

 

 

Gi