Pandemia de Covid-19

Alistan otra vez a las Fuerzas Armadas frente a la segunda ola

Los ministros Agustín Rossi y Carla Vizzotti recibirán hoy una donación de hospitales reubicables del Comando Sur de EE.UU. Sumarán un nuevo Boeing 737 para las misiones especiales.

Las fuerzas armadas desplegaron los Operativos Belgrano 1 y 2 para cooperar en medio de la pandemia. Foto: Ministerio de Defensa

Ante el anuncio de las nuevas restricciones y con la segunda ola de la pandemia inundando cada vez más distritos de la Argentina, el Ministerio de Defensa de la Nación y las Fuerzas Armadas recibieron la instrucción de alistarse una vez más para colaborar con el dispositivo de emergencia. Hospitales de campaña, recursos humanos y hasta un nuevo avión, muchos de ellos todavía activos desde la primera parte de la campaña, formarán parte del despliegue con el que el Gobierno espera mitigar la crisis que se aproxima.

Hoy, por caso, el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, participará junto a su par de Salud, Carla Vizotti, de la recepción de una donación del Comando Sur de los Estados Unidos (Southcom) de tres hospitales de campaña para ampliar la capacidad de camas frente a la nueva embestida de la Covid-19. La cabeza regional de las fuerzas armadas estadounidenses, el almirante Craig Faller, se encuentra de visita en el país en una estadía de 48 horas y ayer a la noche tenía programada una cena con el titular de Defensa.

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De momento, se sabe que la Armada se ocupará de operar estos hospitales reubicables, al igual que el Ejército se encargó de resguardar el que China donó el año pasado y que hoy permanece en Campo de Mayo. Todavía no se informó si los que llegan de la mano de Estados Unidos ya tienen algún destino prefijado. Fuentes del ministerio aclaran que, por lo pronto, están a disposición de quienes lo soliciten, al igual que el hospital de campaña que donó Beijing.

En el preludio de la pandemia en 2020, cuando el sistema de salud se movía con celeridad para multiplicar las plazas críticas y de aislamiento ante el panorama desolador que asomaba al otro lado del mundo, las fuerzas armadas desplegaron sus propias unidades médicas de campaña.

Una de ellas, la que pertenece a la Fuerza Aérea, se emplazó en El Palomar; otra, del Ejército, en Campo de Mayo y finalmente se erigió el centro de aislamiento y atención médica denominado "Bahía Esperanza" en el Apostadero Naval, como un enclave más a disposición, en suelo porteño. En paralelo, los diversos hospitales militares fijos se readecuaron para incrementar su capacidad de atención

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En todo este tiempo, no obstante, nunca se destinaron para el uso dantesco que se temía. Al contrario, funcionó, mayormente, para aislar al personal militar que contraía la enfermedad. Muchos de ellos, participantes de las diversas misiones de asistencia social que las fuerzas armadas desplegaron para mitigar los efectos socio-económicos de la pandemia.  Acorde al último registro oficial, las fuerzas armadas tuvieron 7593 positivos entre su personal en actividad, de los cuales ya se recuperaron 6999. Hubo 11 bajas entre sus filas.

Aquella red que abarcó toda la Argentina mediante el fraccionamiento en zonas de emergencia, cada una con su cabeza a cargo, nunca se desmontó. Y tanto ayer como el martes, Rossi mantuvo contacto con los comandantes regionales que forman parte del denominado Operativo Belgrano 1 y 2.  En rigor, las videoconferencias nunca cesaron tampoco desde el año pasado, con una periodicidad de mes y medio o un poco menos, para que el ministro pudiera actualizarse de primera mano sobre los requerimientos en cada provincia. El contexto de la segunda ola resignificó estos últimos encuentros de cara a lo que viene.

Las fuerzas armadas tuvieron 7593 positivos entre su personal en actividad, de los cuales ya se recuperaron 6999. Hubo 11 bajas entre sus filas.

"Nosotros seguimos trabajando en todo sentido. Cuando empezó la pandemia el Presidente me convocó y dijo 'hay que poner todas las capacidades de las fuerzas armadas a disposición de la lucha contra el Covid y eso fue lo que hicimos desde apoyo sanitario, apoyo humanitario, hasta la elaboración y distribución de comidas en distintos lugares de la Argentina", recordó Rossi en un encuentro con periodistas patagónicos el martes.

El ministro remarcó que las fuerzas armadas intervienen, desde entonces, en diversos roles. En algunas ciudades de la Argentina, por caso, los regimientos se convirtieron en centros vacunatorios para la población civil o, en su defecto, para personal militar y de seguridad. También algunos integrantes del cuerpo de médicos y enfermeros militares se sumaron como vacunadores propiamente dichos, como ocurre en Santa Cruz. O colaboran en el apoyo logístico en las postas sanitarias, como en la Ciudad de Buenos Aires o Esquel.

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Asimismo, en Chubut trabajan junto a organizaciones como Caritas, en Lago Puelo, brindando ayuda social. En Resistencia, provincia de Chaco, se adecuó una parte de la Base de Apoyo Logístico para albergar las vacunas que requieren una cadena de frío especial. Y también allí se vacunó a docentes, dentro parte del esquema provincial. Lo mismo se hizo en la Base Aérea de Paraná, en Entre Ríos, que abrió un depósito para las dosis distribuidas hacia la provincia.

En Posadas (Misiones) tanto como en La Matanza, Moreno y San Martín (Buenos Aires) nunca se cortó la elaboración y distribución de comida caliente con el despliegue de cocinas de campaña y unidades del Ejército que acercaban raciones a los barrios más humildes. Aquella fase inició en plena cuarentena, cuando todavía estaban vedadas muchas actividades y gran parte de los pobladores locales apenas subsistían con ayuda del Estado. Aunque ya la situación no es la misma, la pobreza solo empeoró en el país. En Rosario, Fray Luis Beltrán y la ciudad de Santa Fe, distribuyen los bolsones de víveres secos que prepara la cartera de Desarrollo Social.

En el corto plazo, se sumará un Boeing 737 que, en principio, será empleado por LADE aunque permanecerá a disposición de las misiones de pandemia.

La Fuerza Aérea, por su parte, fue un eslabón clave para repatriar argentinos varados en diversos puntos, como Perú y Ecuador, donde los vuelos civiles no llegaban en medio del cierre de fronteras. Y luego para repartir recursos sanitarios a lo largo y ancho del país. Fueron 32 vuelos totales de repatriación, 105 de búsqueda de muestras y casi 93 toneladas de insumos embarcados hacia las provincias.

En el corto plazo, se sumará un nuevo avión a su flota: un Boeing 737 que, en principio, será empleado por la empresa Líneas Aéreas del Estado (LADE) aunque permanecerá a disposición de las misiones de pandemia. Once pilotos –tres de ellos mujeres–, ocho auxiliares de carga y nueve tripulantes de cabina fueron entrenados para operarlo en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (CEFEPRA), ubicado en el Aeropuerto Internacional Ezeiza.

mb / ds