MURIÓ NORA CORTIÑAS

El dolor como motor: Nora Cortiñas, la incansable Madre de Plaza de Mayo que evitó politizar la causa

La activista y co-fundadora de Madres de Plaza de Mayo dedicó su vida a la búsqueda de su hijo desaparecido y a la lucha por los derechos humanos. Su historia, las Madres Línea Fundadora y el feminismo.

Nora Cortiñas Foto: NA

Nora Cortiñas murió el 30 de mayo a los 94 años. Famosa por su cordialidad y vitalidad, fue una de las Madres de Plaza de Mayo que evitaron meter la política partidaria en la causa de los derechos humanos y una de las que más trascendencia cobró, en parte por cuestionar el liderazgo a quien fue quizá la Madre más famosa, Hebe de Bonafini.

La fundadora de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora rompió con todos los moldes de la época que le tocó vivir. Con el temple que la caracterizó, la psicóloga social tuvo que afrontar el secuestro de su hijo Gustavo durante la última dictadura cívico militar. Esto cambió abruptamente su profesión hacia la militancia por los derechos humanos, una causa que atravesó su trayectoria desde entonces y le valió un sinfín de reconocimientos a nivel local e internacional.

Nora Cortiñas, activista por los derechos humanos, murió el jueves 30 de mayo.

"Norita es una suerte de rockstar. Para muchísima gente es la principal referenta política (y ética) que hay en el país. Gladiadora de los derechos humanos en su visión integral. Brújula y faro de varias generaciones. Símbolo de resistencia inclaudicable. Puente entre la memoria y la utopía", reza la contratapa de su libro autobiográfico.

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Si bien se la conoce por su rol en la organización, Cortiñas tuvo una amplia trayectoria. Sin descuidar la causa que la motivó hasta su último suspiro, se desempeñó como profesora universitaria de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, donde dejó extensos análisis sobre la relación entre la dictadura, la deuda externa y la economía argentina.

Nora Cortiñas se convirtió en un emblema del feminismo y participó de las marchas de Ni Una Menos y del aborto legal.

Asimismo, levantó las banderas de los derechos humanos en sus viajes por el mundo, y se convirtió en un emblema del movimiento feminista, siendo la cara visible de las campañas de Ni Una Menos y del aborto legal. "Antes no era feminista sino que me crié en un hogar machista y patriarcal. Cuando se llevaron a mi hijo se me cayó un velo, tome fuerza e impulso para salir a la calle", indicó en uno de los tantos reportajes que dio.

Nora Cortiñas, una historia de lucha

Nora Morales Cortiñas había nacido el 22 de marzo de 1930, un año simbólico dado que inauguraría la serie de golpes de estado que caracterizaron la historia argentina del siglo XX. Nació y vivió en Castelar, al oeste del Gran Buenos Aires, cuando todavía funcionaba como un pueblo.

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A lo largo de su extensa trayectoria, Nora nunca dejó de buscar a Gustavo, uno de sus dos hijos desaparecido durante la última dictadura militar.

El 15 de abril de 1977 ocurrió el fatídico hecho que cambió su vida por completo: su hijo Gustavo, estudiante de Ciencias Económicas de la UBA, militante peronista y colaborador del Padre Carlos Mugica en la Villa 31,​ fue secuestrado en la estación de tren de la llocalidad bonaerense de Castelar.

En aquel momento, la Argentina estaba paralizada por el terrorismo de estado montado sobre un aparato de represión ilegal que implicó más de 300 centros clandestinos de detención y tortura en todo el país. Esto no desmotivó a Nora a salir a las calles a buscar información sobre el paradero de su hijo.

"Cuando se llevaron a Gustavo mi vida cambió completamente. Salí a la calle a buscarlo y empecé un camino de aprendizaje, de descubrimientos", contó Cortiñas en uno de los pasajes de su biografía.

La asociación Madres de Plaza de Mayo se fundó el 30 de abril de 1977 en plena dictadura.

En ese contexto, un grupo de mujeres que atravesaban la misma situación decidieron congregarse una vez por semana en frente a la Casa Rosada para reclamarle al expresidente de facto, Jorge Rafael Videla, la "aparición con vida" de sus hijos, tras haber desfilado por comisarías, iglesias, juzgados y ministerios. Entre ellas figuraba Norita.

Desde entonces, su vida giró 180 grados hacia el activismo para exigir verdad y justicia participando de la fundación de Madres de Plaza de Mayo que combinaron en su ideario la lucha por los derechos humanos y el respeto y valorización de los ideales por los que lucharon sus hijos, bajo las premisas "La única lucha que se pierde es la que se abandona", "Resistir es vencer" y "Ni un paso atrás", consignas que expresaban el pensamiento de las Madres.

 

"El encuentro con otras madres, la lucha colectiva, ese círculo de amor por nuestros hijos e hijas, fue lo que me dio la fuerza para salir adelante", continuó. "En ese caminar fui asumiendo las banderas de mi hijo y entendiendo que si él peleaba contra todas las injusticias yo también debía hacerlo. Esa ausencia, ese dolor que siento todos los días, es el motor de mi compromiso".

Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora

"Las Madres participamos no solo de la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia, si no que acompañamos las luchas por los derechos económicos, sociales, culturales y de género", reflexionó Cortiñas, miembro activo de las Madres de Plaza de Mayo desde su creación.

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Con el advenimiento de la democracia, en 1984 estallaron las divisiones en el seno de la organización, que se profundizaron en 1985 ante la posibilidad de dar testimonio ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), en el marco de la investigación por los crímenes de la dictadura.

Debido a diferencias de criterio político, ideológico y de "formas", y por el rechazo al liderazgo verticalista de Hebe de Bonafini, Cortiñas co-fundó Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora en enero de 1986, junto con Marta Ocampo de Vásquez, Mirta Acuña de Baravalle, Taty Almeida y otras decenas de activistas.

"Las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora nos conformamos de manera horizontal, con igualdad de responsabilidad y actuamos con similar responsabilidad. La lucha de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, si bien es de alguna manera política, no es partidista", indica la carta fundacional.

Esta línea de pensamiento mantuvo Cortiñas a lo largo de su vida, lo que la llevó a evitar posicionarse ideológicamente en ningún bando, manteniendo la sana distancia entre la defensa de una causa universal y la política partidaria. Esto le costó diferencias con otras de sus compañeras que no ocultaron, por ejemplo, su afinidad por el peronismo y la defensa de su versión kirchnerista.

El lado de Nora siempre fue el de la democracia y la lucha contra las injusticias de cualquier índole, un valor que trascenderá a las futuras generaciones. Pero siempre con dos símbolos: el pañuelo blanco y la foto de su hijo, el "motor de su compromiso": "Dentro de muchos años me gustaría ser recordada con una sonrisa y con ese grito que significa todo lo que siento adentro mío: ¡Venceremos!".

CP