El jueves de 'superbigote'

Maduro se burla de González Urrutia: "Me pidió clemencia y ahora habla, da pena ajena el pataruco"

El mandatario venezolano insiste en tratar de mostrar al candidato opositor "huyendo a España por cobardía". Omite que si se hubiera quedado estaría en prisión. También anunció que, luego de 11 años de gobierno, va a "intervenir los puertos porque hay corrupción".

Nicolás Maduro. Foto: AFP

Reelecto en comicios de los que nadie vio una sola acta, confirmado ese resultado por su corte adicta también sin una sola prueba, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro sigue con sus discursos diarios, en los que remarca que gobierna "contra el mundo", y al tiempo que desafiando las críticas globales a su obvia dictadura, volvió a disparar contra el exiliado candidato opositor, Edmundo González Urrutia.

"Me da pena ajena, que usted señor González Urrutia, que me pidió clemencia a mí, no tenga palabra", disparó Maduro en un acto oficial, rechazando que el opsositor haya sido "forzado" a firmar un documento "confidencial" en el que admite el triunfo de Maduro. "No tiene palabra, no puede alegar su propia torpeza y su cobardía para tratar de salvar yo no sé qué... ".

El chavismo divulgó este jueves una carta en que González Urrutia antes de partir al exilio en Espoaña, en la que este "se compromete a acatar el fallo de la corte suprema" que certificó la fraudulenta reelección del gobernante izquierdista para un tercer mandato consecutivo en los comicios del 28 de julio. Desde España González Urrutia denuncia que "lo hizo bajo coacción para poder abandonar el país", declaraciones que han desatado un torbellino político también en el país europeo.

La reelección de Maduro, proclamada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de servirle, no ha sido reconocida por Estados Unidos, la Unión Europea y buena parte de los países de América Latina, en medio de denuncias de fraude de la oposición liderada por María Corina Machado. 

El Parlamento Europeo incluso reconoció este jueves a González Urrutia como "presidente legítimo" de Venezuela, lo que el legislativo venezolano tachó de "nefasta agresión". La Unión Europea, no obstante, se abstiene de designar a González como "presidente electo".

"Siento pena ajena por el pataruco", ironizo Maduro, resucitando el apodo que le impuso en la campaña, referido a un gallo que no sirve para pelea.

"Al final resultó pataruco (...). González Urrutia, nadie puede alegar su propia cobardía y su propia traición a sus seguidores en defensa propia". Cómo se sabe, el opositor pasó un mes en la clandestinidad antes de pedir asilo en España, tras una orden de captura en su contra.

González Urrutia junto a María Corina Machado, los líderes de la oposición en la tiránica Venezuela de Maduro. 

González Urrutia llegó a Madrid el domingo 8 de septiembre después de suscribir la carta de su supuesta autoría dirigida al presidente del Parlamento, el poderoso dirigente chavista Jorge Rodríguez. "Siempre he estado y seguiré dispuesto a reconocer y acatar las decisiones adoptadas por los órganos de justicia en el marco de la Constitución, incluyendo la precitada sentencia de la Sala Electoral (del Tribunal Supremo de Justicia), que aunque no la comparto, la acato por tratarse de una resolución del máximo tribunal de la República", dec´{ia el texto que el gobierno chavista adjudica a González Urrutia, y que presuntamente contenía un compromiso "de confidencialidad" de las partes.

"González Urrutia estaba desesperado"

 

En tanto, Jorge Rodríguez ofreció una nueva rueda de prensa para dar más detalles de la negociación con González Urrutia, quien, según el parlamentario, "fue quien se acercó al gobierno a través de un interlocutor que medió en las conversaciones tanto telefónicas como personales que se dieron".

"Lo que tenía el señor González Urrutia por salir de Venezuela era desesperación", aseguró. "Esto no es otra cosa que una capitulación", zanjó Rodríguez al referirse a la carta donde se refleja la firma del candidato y tras divulgar audios del encuentro en la residencia del embajador español.

Rodríguez explicó que la divulgó ante la actividad política del diplomático en el extranjero, cuando en el documento se comprometía a bajar el perfil.

"O (la) firmaba o me atenía a las consecuencias", argumento, en cambio, González Urrutia. Este jueves publicó un comunicado en el que precisó que no fue coaccionado "ni por el gobierno de España ni por el embajador español en Venezuela, Ramón Santos". 

"Las gestiones diplomáticas realizadas tuvieron como único propósito facilitar mi salida del país sin ejercer ningún tipo de presión sobre mí", siguió.

El caso de los puertos "corruptos"

En otra de sus apariciones de este jueves, Maduro anunció la intervención de los puertos, señalando que "hay que hacer limpieza" en e4sas instalaciones con la promesa de emprender la "limpieza" de estas instalaciones estatales, en un país donde la corrupción es endémica.

"Voy a proceder a firmar el decreto mediante el cual creo una Junta interventora de los puertos de Venezuela para voltear como una media los procesos administrativos, para limpiar los puertos del país como nunca antes lo hemos hecho", dijo el mandatario en un encuentro con empresarios.

Maduro justificó su decisión en denuncias de los industriales que señalan demoras para concretar sus exportaciones. Pidió bajar el promedio de una exportación de 34 días, "que es una vulgaridad" a 10 días.

La junta de "reestructuración" quedó a cargo, como es habitual, de un militar: el contralmirante Germán Eduardo Gómez Larez, quien además fue designado como presidente de Bolivariana de Puertos (Bolipuertos), empresa estatal a cargo de administrarlos, con lo que se expande el poder de los militares en cargos claves.

"Es un espacio que amerita una gran renovación, una gran reformulación", dijo Maduro que urgió a Gómez Larez a que los puertos queden "limpios de corrupción".

El mandatario firmó además la creación de una agencia de promoción de exportaciones para "explorar el enorme potencial de Venezuela para colocar productos en los mercados internacionales", en la que puso al frente a Daniela Cabello, hija del poderoso dirigente parlamentario Diosdado Cabello.

Venezuela está entre los cuatro países más corruptos del mundo junto a Sudán del Sur, Siria y Somalia, según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional.

 

AFP/HB