El crimen de Barracas

Lágrimas e impotencia signaron la desoladora despedida a Lucas González en un cementerio de Hudson

El sepelio fue acompañado por una caravana de autos y se repitieron los pedidos de justicia, reclamando pesadas condenas para los policías que lo asesinaron.

Los restos de Lucas González, el adolescente asesinado por policías en Barracas, fueron inhumados en el cementerio Parque Iraola. Foto: Télam

Entre lágrimas, estupor y dolor la familia y los amigos de Lucas González, el adolescente baleado por la policía en un episodio de violencia institucional, despidieron este mediodía los restos del futbolista de 17 años. El sepelio fue en un cementerio privado de Hudson, partido de Berazategui, al que llegó una extensa caravana de autos. En el velatorio, la madre del joven había sufrido un ataque de nervios y debió ser atendida por médicos. 

La familia del joven lo había velado en la casa Colonial, ubicada en El Cruce de Florencio Varela, sobre la ruta 36 y tanto en ese lugar como en el cementerio de Hudson se repitieron los pedidos de justicia ante el irracional suceso, provocado por tres policias de la Ciudad que ya se encuentran detenidos.

Durante la mañana, cientos de personas se habían acercaron para brindarle su apoyo a la familia González. Incluso se hizo presente el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, para darle el pésame a los allegados del joven. 

También arribaron ex compañeros de Lucas que jugaban con él en Barracas Central, como también adolescentes que lo habían conocido vistiendo la camiseta de Defensa y Justicia. 

"Dentro de lo mal que estamos, algo de alivio nos trajo esto., Estamos un poco mejor", sostuvo un tío de Lucas fuera del velatorio, afirmando además que "quedó claro que no somos delincuentes, somos trabajadores y a Lucas lo mataron". También adelantó que luego de la despedida al joven, se concentrarán en la cuestión judicial.

"Vamos a pedir justicia por Lucas y por todos los Lucas que no aparecen en los medios. Los asesinos son dos, pero a los que los acompañaron tiene que también caerle todo el peso de la ley", dijo. 

Mientras tanto, en el velatorio la madre del adolescente tuvo un ataque de nervios y debió ser asistida por personal médico que se encontraba en el lugar.

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Los hechos y los implicados

El jueves en horas de la tarde, el joven salía de entrenar en el club Barracas Central cuando fue abordado, junto con dos amigos, por un auto particular con policías de la Ciudad de Buenos Aires que empezaron a balear el vehículo. El ataque originó la muerte de Lucas el jueves en el hospital El Cruce, luego de que por la mañana los médicos diagnosticaran que tenía muerte cerebral. 

De acuerdo al resultado de la autopsia, la lesión que causó la muerte fue el impacto de la bala en la zona del cráneo, provocando una "hemorragia meningoencefálica". 

Más allá de que los tres implicados ya se encuentran detenidos, el lunes se convocó una marcha para pedir justicia por el futbolista juvenil baleado frente al Palacio de Tribunales porteño.

Los tres policías de la Policía de la Ciudad que participaron del hecho fueron separados de su cargo y detenidos ante la denuncia de la familia de la víctima y su abogado, Gregorio Dalbón. 

Tanto Dalbón como el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro, y Dalbón, coincidieron en que no se trató de un caso de gatillo fácil porque los amigos de Lucas no eran delincuentes.