La Guerra de Malvinas ya tiene su "Nunca Más"
El abogado Jerónimo Guerrero Iraola, representante de 120 ex combatientes de Malvinas que demandan a 95 militares por crímenes de Lesa Humanidad, escribió un libro demoledor en el que las víctimas narran las vejaciones a las que fueron sometidas durante la guerra de 1982.
A casi cuatro décadas de la Guerra de Malvinas, en 1982, un nuevo libro intenta esclarecer algunos hechos que, según su autor, el abogado Jerónimo Guerrero Iraola, no se ajustan a la verdad ni la justicia. Con la publicación de “Tecnologías de impunidad. Cómo la dictadura intentó ocultar los crímenes cometidos durante la Guerra de Malvinas”, el jurista platense despliega en varios capítulos por momentos aterradores, una especie de Nunca Más Malvinas.
Tanto Guerrero Iraola como su colega Laurentina Alonso, representan a 120 ex combatientes y testigos de la Guerra de Malvinas que, desde hace 14 años, son los protagonistas de la querella que lleva adelante el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas La Plata (CECIM La Plata).
Según la inminente publicación, las Fuerzas Armadas instrumentaron, durante y después del hecho bélico que protagonizó el país con el Reino Unido, un dispositivo político/burocrático que garantizara la impunidad de las violaciones a los derechos humanos cometidas contra los conscriptos, mientras alentaban en la opinión pública la construcción del relato de “gesta heroica nacional”. El autor del libro y también abogado de las víctimas califica esos mecanismos como “tecnologías de impunidad”.
Un caso entre muchos más
En exclusiva, Guerrero Iraola, anticipó a Perfil un fragmento de su libro, “Tecnologías de impunidad…”, en el que una víctima de las torturas relata su propia odisea de humillaciones:
“Un día decido ir a buscar comida y me escapo al pueblo, consigo la comida entre la basura, cambié el reloj que tenía y me dieron panceta, latas… cuando llego a mi posición ya me estaban esperando el subteniente Flores, Fiocchi, sargento González y Cancino, estaban haciendo la revista de equipo a toda la compañía, por cualquier cosa le decía al resto que por culpa de [AB] los castigaba. Por ejemplo, los metieron al lago, hoy no comen, hoy vuelven a hacer guardia doble, y muchas cosas más. Ahí mismo Flores, Fiocchi y Cancino me meten la yerba que traía toda en la boca, para ahogarme y Pucca nunca intervino para evitar la situación. Flores, Fiocchi y Cancino me llevan a el Bunker de Flores donde veo que tiene toda la comida, me hacen tirar la comida, la mezcla con mierda humana y me la hicieron comer, comenzando a pegarme, me deforman la cara de los golpes, me golpean con el fusil FAL una en la costilla, me quiebra tres costillas y la clavícula, casi pierdo el ojo derecho, me hacen caminar por la zona minada ida y vuelta dos veces, ese fue Cancino, me mandan a pegar por la tropa. Flores me manda a estaquear, a desvestir, me sacan todo el equipo, el armamento, junto a mi estaban BE y BF estaqueados, me pone una granada en la boca, me manda a poner un lazo de carpa alrededor del cuello para que tuviera la cabeza agachada y una estaca en los testículos atada con el lazo para que no me moviera, toda la tropa presenció esto, ya que mandó a la tropa a que me mearan , BF, IA, CA, BE, BA, DA, DB, KA, GA, DC, fueron testigos. A todo esto mandan a un soldado a que cada dos o tres minutos me tirara agua helada, no sé cuánto tiempo pasó, perdí el conocimiento. El soldado DB de la Sección Apoyo Mortero que estaba a cargo del teniente Frecha le avisa lo que me estaban haciendo y él va a la sección y me saca, en una palabra me salva la vida y me lleva a su sección y me da el arma de él, yo quedé ahí me dieron morfina, en el momento de entrar a combate me manda a mi sección y de ahí a cubrir la retaguardia del Regimiento 7 que los estaban acribillando y yo con la pistola, avanzaban los ingleses, estaban atacando en Monte London".
“El subteniente Flores que era quien nos tenía que guiar al puesto de Combate abandona la posición y nos guía otra persona, y empiezan a bombardear con morteros y en el caos cada cual a correr por su vida. Viene la rendición nos desarman, tiramos las correderas al agua para que los ingleses no pudieran tomarlas nos trasladan al aeropuerto y de ahí a Puerto Argentino y nos guardan en unos galpones llenos de comida, de ahí me trasladan en el buque inglés Camberra como prisionero junto con los suboficiales. Cuando subo creen que yo había caído en combate herido y me mandan al hospital del barco y me hacen las primeras curaciones, me dan unas medias térmicas, llegamos y me mandan como urgencia al Hospital Aeronaval de Chubut, de ahí me trasladan como urgente en avión de Aerolíneas Argentinas a Campo de Mayo donde me hacen las curaciones, placas, me enyesan, tenía pie de trinchera, congelamiento de miembros, me revisan el ojo, fracturas de clavícula y costillas, todo consecuencia de las torturas. Ahí estuve dos meses, en ese tiempo vienen a visitarnos algunos Suboficiales, el Sgto. González y me dicen que yo me callara la boca si no iba a tener problemas e iba a desaparecer, me dijo que yo declarara que mis secuelas fueron por una bomba de mortero, ellos querían que yo firmara algo pero no lo hice, mi madre estuvo los dos meses conmigo y GA estaba en frente de mi cama, le digo a mi madre que me quiero ir, que me amenazaron, no me querían dejar ir, pero al final me dieron el alta. Agarré mis cosas y me fui, me fui ese mismo día para Uruguay, y por veinte años no pisé Argentina…”.
Soberanía si, patrioterismo no
Además de banalizar un conflicto bélico, sostiene Guerrero Iraola, “la dictadura, en su lógica regional de despliegue (Plan Cóndor, Escuela de las Américas, Doctrina de la Seguridad Nacional), vino a extirpar cualquier vestigio soberanista. En este sentido, no debemos comprender la soberanía en clave chauvinista, o patriotera, sino en clave geo-estratégica. Cómo nos insertamos en la cadena mundial de agregación de valor. Cómo hacemos crecer el PBI y logramos estándares de distribución nacional que permitan erradicar la miseria”.
Para el letrado, que es docente investigador de la UNLP y profesor de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado de la Procuración del Tesoro de la Nación, "Latinoamérica debe ser una zona de promoción de la Paz, de la ecología y del desarrollo humano”, agrega.
“La dictadura nos alejó de Malvinas”, sintetiza Guerrero Iraola, que también es magíster en Derechos Humanos, señalando que “su objetivo era la eliminación física y simbólica de lo que regionalmente se había definido como ‘el enemigo interno’, algo que quedó de manifiesto en el Informe Rattenbach, que fue desclasificado en 2012. Allí se definía a la guerra de Malvinas como una ‘aventura militar’”. Y agrega que la investigación que publicaron Cardoso, Kirschbaum y Van Der Kooy con el título “Malvinas. La trama secreta” también dio cuenta de “la impericia en materia de defensa y planificación”.
El libro considera que las fuerzas armadas al frente del gobierno presentaron el conflicto bélico como una aventura militar chauvinista
De la causa iniciada en 2007, sólo quedan en limpio, por ahora, cuatro procesamientos (Miguel Ángel Garde, Belisario Gustavo Affranchino Rumi, Gustavo Adolfo Calderini y Eduardo Luis Gassino) en el marco de las denuncias a 95 miembros de las Fuerzas Armadas por 105 casos de torturas y/o graves violaciones a los derechos humanos. A los cuatro militares ya procesados se les imputa “la imposición de tormentos en varios hechos ocurridos con los conscriptos pertenecientes al Regimiento de Infantería 5 en las posiciones ocupadas en Puerto Yapeyú, durante la guerra.
La demanda que termina desencadenando esta nueva entrega editorial se tramita en el Juzgado Federal de Río Grande, en Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur como causa 1.777/07, caratulada “Pierre Pedro Valentín y otros s/ imposición de tortura”.
Además del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas La Plata, que es querellante desde el inicio, en representación de todas las víctimas, la causa cuenta con la querella de la Provincia de Chaco, de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, de la Comisión Provincial por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires, además de querellas individuales, como la del soldado Silvio Katz, a quien también representan Guerrero Iraola y Alonso.
Y la causa sigue moviéndose, buscando responsables en la cadena de mandos. Entre el 13 y el 22 de abril, tendrán lugar seis nuevas indagatorias: al General Omar Parada, y a los oficiales Emilio Samyn Duco, Jorge Díaz, Jorge Santiago Caldelago, Horacio Vlcek y Jorge Masiriz.
Malvinas, eje estratégico
“Malvinas, como metáfora, comprende mucho más que el archipiélago. Si pensamos en clave descolonizadora, podemos abordar Malvinas en términos de pampa azul, de Argentina atlántica, del desarrollo marítimo, la pesca, la exploración y la prospección de la plataforma continental", propone Guerrero Iraola. "En nuestro país nos han formado de espaldas al mar. Ello no sucede con otras naciones. Alcanza con ver la inmensa cantidad de barcos apostados en la milla 201. Por eso necesitamos (re) pensar Malvinas. Gran Bretaña no está allí por nada. Hay una clara apuesta geoestratégica que nos permite ver cómo, desde su impronta imperial, están pensando los próximos 50 o 100 años”.
“Tecnologías de impunidad. Cómo la dictadura intentó ocultar los crímenes cometidos durante la Guerra de Malvinas” es una publicación conjunta de la Editorial Universidad de la Plata (Edulp), el Cecim La Plata y el Instituto Malvinas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se presentará a mediados de abril.