Perfil Educación

Julio Bárbaro: “La frivolidad de Macri no es menor que la frivolidad de Alberto”

El precandidato a diputado participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de la Escuela de Comunicación. Críticas por la celebración de un cumpleaños en Olivos. Preocupación por los altos índices de pobreza. Y elogios a Gerardo Morales.

Entrevista a Julio Bárbaro Foto: Captura de pantalla

Julio Bárbaro participó de una conferencia virtual organizada por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación en la que se refirió a la grave crisis política que atraviesa el Gobierno tras la publicación de las imágenes del cumpleaños realizado en Olivos. “A mí me parece que el castigo esencial es el electoral. Estamos en un proceso electoral. Los errores se pagan en esa moneda que es la urna. Yo no creo tanto en la Justicia”, sostuvo.

Pensando en el liderazgo del espacio opositor, el candidato a diputado nacional consideró que el gobernador radical Gerardo Morales es mejor dirigente que Horacio Rodríguez Larreta, a la vez cuestionó por igual a los expresidentes Cristina Kirchner y Mauricio Macri. “El fracaso de Macri fue tal que dejó a la gente en duda, entonces la sociedad oscila pero no se decide, porque la desesperanza tiene dos rostros, que son Cristina y Macri. Ninguno de ellos tiene la estatura de un estadista”, aseguró Bárbaro en el Ciclo de Entrevistas, a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—¿Cuál será el costo político en las urnas para el Frente de Todos tras la difusión del cumpleaños en Olivos?

El costo va a ser grande. Yo creo que el Frente de Todos puede perder muchos votos, pero mi tesis es que los votos que el Gobierno pierde la oposición se los devuelve. El oficialismo no tiene nada que ver con el peronismo, es casi antiperonista. El fracaso de Macri fue tal que dejó a la gente en duda, entonces la sociedad oscila pero no se decide, porque la desesperanza tiene dos rostros, que son Cristina y Macri. Ninguno de ellos tiene la estatura de un estadista, tiene más estatura Cristina sin duda, pero no nos puede sacar de esta confrontación de la Argentina. Somos una sociedad que solo va a encontrar la salida en el momento de la unidad.

—¿Qué deberían hacer Alberto y Fabiola tras la confirmacion de la fiesta que celebraron en plena pandemia?

—A mí me parece que el castigo esencial es el electoral. Estamos en un proceso electoral. Los errores se pagan en esa moneda que es la urna. Yo no creo tanto en la Justicia. Los argentinos somos una sociedad cuya principal herida es la fractura entre un lado y el otro. ¿El ejercicio de la Justicia le serviría para saturar esa herida o la volvería más profunda? Y uno como político tiene que ver el ejercicio de la justicia desde la necesidad de la coyuntura.

—¿Qué hubiese pasado si la fiesta la hubiese hecho Juliana Awada y Mauricio Macri?

—Podría haber sido más grave por la reacción popular pero es lo mismo. La frivolidad de Macri no es menor que la frivolidad de Alberto, los conozco a los dos y tengo horas de diálogo con ambos. No podría hablar de literatura con ninguno de los dos, ni de cine, digamos podría hablar de fútbol. Cuando una sociedad cae en la mediocridad, suele transitar la desgracia de que es pareja. Después podes decir, cómo digo yo siempre, la Alemania de Hitler dio a Merkel. O sea, los pueblos salen de las crisis. La Inglaterra de Churchill dio a este estúpido de Boris Johnson. Bueno, nosotros estamos en la caída esa de la Inglaterra, no en el crecimiento de la Alemania.

—¿Qué cree acerca de que Alberto haya culpado a la mujer de la reunión?

—Alberto fue mi amigo muchos años, desde que yo presenté mi primer libro y él era el abogado de Eduardo Varela Cid, en 1981. Siempre fue un ejecutor. Hay una cosa que en la vida es así: el gerente de la empresa no puede ser el dueño. El dueño es el que piensa el rumbo colectivo y el gerente ejecuta. Él era muy buen gerente de un pensador que era Néstor, quien tenía virtudes y defectos. La virtud de Néstor era tener conciencia del poder presidencial y el defecto de Néstor era cierto grado de impunidad. La foto de los cumpleaños no son la causa de esta degradación de la sociedad. Nos volvemos locos discutiendo eso, pero la Argentina hoy tiene un endeudamiento permanente y el crecimiento de la pobreza es una sociedad inviable. Entonces uno hace fiesta, el otro endeuda con el fondo, pero la salida no la encuentro. Los jóvenes que se van, no se van del país por el festejo de Fabiola, se van por la falta de destino.

—¿Qué puede llegar a pasar si el Gobierno pierde las elecciones de medio término?

—Nada, ya las perdió una vez con de Narvaez, otra vez con Massa y otra vez con Bullrich. Ya tiene entrenamiento en derrotas. Ese es el partido, el Kirchnerismo que nada tiene que ver con el peronismo. Yo insisto, el kirchnerismo expresa lo que Perón expulsó de la plaza: a los imberbes. En el peronismo, Cámpora no tenía nada que ver con nosotros. Tuvo un tiempo, una excusa porque Perón no podía volver. Pero, digamos todo: el kirchnerismo es un resto de izquierda oxidada que nada tiene que ver con el peronismo, era el resultado de una Argentina productiva que expresaba la clase obrera. El kirchnerismo es un movimiento universitario que intenta contener a los marginales.

—¿Existe algún dirigente que usted respete?

—No. Ni peronista, radical, ni liberal. Hoy no hay estadistas en Argentina, no los hay a la vista. Una figura paralela a Julio Sanguinetti, a Pepe Mujica o Tabaré Vázquez no hay. No hay un Piñera ni una Bachelet, no hay. Asumamos ¿Viste que hay momentos que no hay jugadores de fútbol, hay momentos que no hay grandes pintores o grandes músicos? Nosotros no tenemos grandes políticos, ni grandes ni medianos, tenemos chiquitos.

—¿Quién es el mejor dirigente hoy en la oposición?

—Esa sí que es una pregunta difícil. Yo buscaría a un gobernador, en una de esas elijo a Gerardo Morales. Haber detenido a Milagro Salas, haberla corrido del poder es un hecho que nos devuelve una idea de justicia y de la autoridad del Estado. No porque Milagro sea lo peor, si no porque la idea de entregarle el poder del Estado a los marginales es parte de una decadencia de la peor. Entonces, a mi Gerardo Morales de Jujuy me gustó, es mucho más importante que este señor de capital Horacio Rodríguez Larreta, que hizo una bicisenda. No es lo mismo, a la historia hay que encararla.

—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y lo invitamos a realizar un comentario final para cerrar el reportaje.

—Les recuerdo que me presenté como precandidato a diputado nacional y lo hago con la voluntad de plantear un debate sobre el destino, no de tener un cargo. Nunca sentí una embajada, nunca sentí un cargo, salvo los cargos que eran electoral, digo les presento a diputados porque creo que si la Argentina no recupera la capacidad de reflexionar no va a encontrar el lugar desde el cual armar, reestructurar, reformular su destino. Nos da envidia Uruguay, nos da envidia Paraguay, nos da envidia Bolivia y Chile. Somos un país sin futuro y la política tendría que discutir solo eso, no sobre fiesta de Fabiola. La farándula es un detalle. La tragedia es el destino, gracias.

Por Betsabé Tempone, Karina Soto y Fernando Maack Stevens
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Escuela de Comunicación