Pandemia de coronavirus

Abren múltiples canales con EE.UU. para entrar al cupo bilateral de las 'vacunas Biden'

El Gobierno dialoga en simultáneo, y con distintos interlocutores, con el Departamento de Estado, la Casa Blanca y los laboratorios. Un hombre clave de la gestión demócrata confirmó las negociaciones ante PERFIL.

El presidente electo de Estados Unidos Joe Biden y Alberto Fernández presidente argentino Foto: Agencia Afp y Na

Las conversaciones con Estados Unidos para adquirir parte del paquete de 80 millones de vacunas contra la Covid con el que la Casa Blanca de Joe Biden planea salir a jugar fuerte en la mesa geopolítica de la pandemia se multiplican por todos los canales posibles. Y en el Gobierno se muestran confiados en que algunas de las tantas gestiones que discurren en paralelo, generen algún indicio positivo en el futuro cercano: desde el gobierno demócrata o, quizás, los propios laboratorios.

La interlocución es una sola, la del gobierno argentino con EE.UU., explica uno de los involucrados en las negociaciones al más alto nivel. Sin embargo, los canales son múltiples y también los aspectos que se abordan, aunque todos apunten al mismo fin: conseguir vacunas contra la Covid. Los frentes incluyen desde el Departamento de Estado al Consejo de Seguridad Nacional y los laboratorios involucrados en la producción de los inmunizantes. Todos coordinados por el Ministerio de Salud de la Nación.

Aprendieron a no quemarse con plazos y cantidades, aunque esperan que más cerca que tarde aparezcan los primeros signos con junio en el horizonte.

Se mueven lento, aseguran, pero tienen buenas expectativas. Hablan de “días” sin mayores precisiones. Nadie quiere ser muy explícito en sus definiciones, aún las que largan off the record. La prudencia marca la reserva pero también las reservas que imponen las farmacéuticas involucradas: Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson. Dicen que son temas sensibles y los procesos aún están en ejecución. Es cierto también que aprendieron a no quemarse ya con plazos y cantidades, aunque esperan que más cerca que tarde aparezcan los primeros indicios positivos con junio en el horizonte.

En gran medida, la cercanía con las buenas noticias lo marca la presencia de la ministra Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini en el lugar. De ahí que haya despertado optimismo su paso por México y su escala en Cuba. Un poco en broma —un poco en serio —, en el Gobierno dicen que “los ángeles de Alberto” se ocupan de cerrar las conversaciones que otros encaminan, allanando el terreno. Y que si bien todavía no encabezan la negociación directa con Washington, están en modo “stand by”.

Consultado al respecto por PERFIL en una conferencia de prensa con medios de la región, el director senior para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González, confirmó ayer que el tema se abordó con el canciller Felipe Solá durante el encuentro en Ecuador, en ocasión de la asunción de Guillermo Lasso. La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, también formó parte de aquella reunión y participó de la conferencia aunque se retiró antes.

Vamos a proporcionar 80 millones de vacunas y, por supuesto, América Latina es una de las regiones más afectadas del mundo, y será un foco de nuestros esfuerzos para combatir la pandemia”, señaló González, en la teleconferencia. Y reconoció que en el encuentro con Solá “se discutieron varios asuntos relacionados a la pandemia” y que “la Argentina tiene ahora el índice más alto de infectados en el mundo, y hablamos de que tenemos que trabajar juntos para responder a la pandemia”. Paradójicamente, esta situación fatídica pone a la Argentina en los primeros lugares de la fila si de prioridades se trata.

“La Argentina tiene ahora el índice más alto de infectados en el mundo", sostuvo Juan González, hombre clave de la gestión Biden, ante PERFIL

Pero en Quito, Solá también mostró otra carta: ofreció poner a disposición los aviones de la Argentina para ir en busca de esas vacunas y resolver una de las cuestiones que Estados Unidos aún debate. Expresada ya la voluntad política de donar parte de esas dosis que no utilizan, sea a través del mecanismo Covax o desde un relacionamiento bilateral, resta definir cómo se garantiza que las vacunas lleguen en buenas condiciones a los beneficiarios cuando muchos de estos países necesitados no tienen ni la tecnología propia ni los recursos para alquilarla. Y a esta altura se sabe que la logística es un problema central en el reparto de los inoculantes por sus requisitos.

Dentro del “paquete Biden”, como alguno lo denominan, el Gobierno apuesta por hacerse con tantas vacunas como pueda a través de la vía bilateral. Consideran que el mecanismo Covax entraña una mayor burocracia mientras que para el uno a uno, Argentina ya cuenta con la ventaja comparativa de una flota propia de aviones que probaron su capacidad de transporte de vacunas. De momento, la Argentina solo piensa en sí misma en lo que refiere a los medios de carga. No hay —o no lo revelan— un enfoque regionalista para la distribución de las vacunas como se plantea en el esquema de producción con México, en términos geopolíticos. “Solo para RA. ¿Hay alguien más necesitado?”, insiste uno de los interlocutores.

Ante la pregunta de este medio, González reconoció el ofrecimiento de la Argentina pero se cuidó de brindar mayores detalles. “Ciertamente, uno de los desafíos va a ser el envío de las vacunas, y ellos (por el gobierno argentino) hicieron esa oferta. Nosotros nos comprometimos a consultarlo de cerca con ellos, mientras el presidente (Biden) avanza, junto a la administración, para compartir vacunas, y para expandir la producción, también frente a futuras pandemias”, completó.

El funcionario del Consejo de Seguridad Nacional recordó que “la Argentina tiene un acuerdo con México, para producir vacunas allí” y que “hay muchas conversaciones en marcha a las cuales daremos respuesta”. Con su decisión de donar vacunas al mundo, la Casa Blanca pretender revertir un equilibrio que la tiene en franca desventaja en la arena política si de cooperación internacional en este aspecto se trata. La gran diferencia que buscan marcar es que ellos no saldrán a venderlas.

Según consignó el diario The Wall Street Journal en un reciente gráfico de barras, el grueso de las vacunas anti Covid que hoy se aplican en el mundo provienen de China —unas 250 millones frente a las casi 600 millones que se aplicaron en su territorio— y le siguen la Unión Europea —con poco más de 100 millones distribuidas y 300 millones aplicadas—, India —arriba de 50 millones repartidas y casi 250 millones aplicadas —,Rusia —en torno a las millones distribuidas y unas 30 millones inoculadas en su territorio — y Corea del Sur —con unos 25 millones vendidas y la misma cantidad utilizada dentro de su  país.