Cenó, bebió y se escapó, pero no contaba con la astucia de una empleada de Avellaneda
Ocurrió en una cervecería de la localidad del sur bonaerense.. El hombre consumió unos ribs, cerveza y dos Aperol.Cuando llegó la cuenta de $45.300 quiso escapar, pero la reacción de una empleada lo frustró.
En un tiempo dominado por estafas virtuales y fraudes que se propagan por las redes sociales, un hombre decidió recurrir a un esquema tan antiguo como analógico: el clásico “paga Dios”. El episodio ocurrió este martes en una hamburguesería de Avellaneda, cuando el protagonista de esta historia terminó de comer y beber, pero en lugar de pagar, eligió salir corriendo del local.
El incidente no tardó en llegar a las redes sociales, donde los usuarios ironizaron sobre lo sucedido. “Hizo un paga Dios”, comentaron algunos, aunque su escapada fue breve. Una empleada del local alertó a la policía, y el hombre fue detenido a pocos metros del establecimiento.
El hecho tuvo lugar en una sucursal de La Birra Bar, ubicada en la intersección de las calles Italia y Belgrano, en Avellaneda. Según trascendió, el hombre, de 33 años, había consumido un menú que incluía ribs de barbacoa, dos Aperol de frutos rojos y una pinta de cerveza. Todo esto sumaba una cuenta de $45.300.
La reacción de la empleada y la intervención policial
Una de las vendedoras del local fue quien advirtió la fuga y se comunicó con las autoridades. Minutos después, personal del Comando de Patrullas de Avellaneda intervino y detuvo al sospechoso a unos pocos metros del local.
La empleada no sólo fue testigo del intento de engaño, sino que también identificó al hombre en el momento de su detención. Según su relato, el acusado se había sentado a comer con tranquilidad, disfrutó de su pedido y, al finalizar, emprendió la huida sin abonar la cuenta.
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Tras su detención, el hombre fue trasladado a la Seccional 1 de Avellaneda, donde quedó a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Departamento Judicial de Avellaneda.
El caso, más allá de lo anecdótico, pone de manifiesto que incluso las formas más rudimentarias de estafa siguen teniendo espacio, aunque con un final poco favorable para sus ejecutores.
NG/ff
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