Quiso asesinar a su expareja en 2015 y se fugó: cayó detenido 9 años después

Tras estar prófugo de la Justicia durante nueve años, la Policía de la Ciudad detuvo en la localidad bonaerense de Berazategui a un hombre que en 2015 intentó asesinar a su ex pareja en el barrio porteño de Parque Chacabuco.

Fue en agosto del año 2015 cuando el hombre de 44 años intentó matar a su ex pareja ahorcándola y clavándole un par de tijeras mientras estaban en el interior de un domicilio en Parque Chacabuco, Ciudad de Buenos Aires.

La víctima realizó la denuncia una vez a salvo, y el agresor fue imputado por el delito de “homicidio en grado de tentativa doblemente agravado por la relación de ex pareja de las partes y por mediar violencia de género en concurso ideal con amenazas coactivas”.

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Al constatar la fuga del hombre acusado de intentar matar a su ex pareja, la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal (UFECRI) a cargo del Dr. Campagnoli ante la Secretaría Única del Dr. Bello y por requerimiento del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°19 le pidió a la Policía de la Ciudad localizar al sospechoso.

Casi una década después, los investigadores realizaron una serie de pesquisas y como resultado de los trabajos realizados, los efectivos lograron detenerlo en la localidad bonaerense de Berazategui, según confirmaron fuentes policiales a Noticias Argentinas. 

“De inmediato se le dio aviso al Juzgado de Garantías N°4 de dicha jurisdicción quien avaló lo actuado por la Policía de la Ciudad y ponerlo a disposición de la Justicia”, informaron.

Mató a su exesposa embarazada y reapareció 22 años después

Ramón Ángel Abregú (70), un femicida que el 23 de enero del año 2000 mató a tiros a su exesposa embarazada en el interior de una clínica de Tierra del Fuego. Para no ser atrapado borró su vida anterior: pasó 22 años prófugo hasta que la causa por el crimen prescribió y entonces decidió entregarse. Dejó de ser uno de los prófugos más antiguos del país y recuperar su verdadera identidad. 

En octubre del año pasado, se presentó en los tribunales de Río Grande. Pensó que se trataría de un simple trámite burocrático, pero desde entonces está detenido a la espera de una resolución judicial que podría salir en los próximos meses.

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Abregú fue el 23 de enero de 2000 hasta la casa de su exesposa, Eva Azulina Falcón, con una pistola 9 milímetros. La mujer era la madre de sus dos hijos y estaba embarazada de siete meses. La baleó en el interior de su casa. Eva consiguió escapar. Corrió hasta la clínica Cemep, ubicada en la calle 20 de Junio al 800, y se refugió en la guardia. Su ex entró unos segundos después y volvió a dispararle. La remató de cuatro tiros más.   

El femicida estuvo preso entre el 23 de enero de 2000 y el 15 de febrero de 2001, fecha en la que se fugó del “Puesto 1”. Abregú fue juzgado y condenado en tiempo récord: 8 meses después de haber sido detenido recibió 20 años de prisión, una pena más leve para este tipo de delitos porque en aquel tiempo no existía la figura agravada del homicidio por femicidio.  

Abregú escapó de un centro de detención policial que tenía graves fallas en la seguridad. Ni siquiera tuvo que cortar una reja o saltar un paredón: se fue directamente por la puerta.       

Pese a su condición de preso “mediático” y las dificultades geográficas que existen para escapar de Tierra del Fuego sin pasar por un control policial, el femicida logró salir. Supuestamente cambió el frío del sur por el calor del norte. No se fue a vivir a otro país –según dijo él y repitió más de una vez su abogado defensor–, aunque los investigadores manejaban otra teoría: que escapó a Chile oculto en un camión (a través del Paso Fronterizo San Sebastián) y luego empezó de cero en un país del norte.

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En todos estos años que pasó en la clandestinidad, el asesino no cortó lazos con Alejandro de la Riva, su histórico abogado defensor. En marzo de 2021, por ejemplo, el letrado presentó un escrito pidiendo la “exención de prisión” de su cliente porque el delito por el que había sido condenado (homicidio simple) había prescripto.

Sin embargo, la medida fue rechazada por el Tribunal de Juicio: “Hasta tanto el imputado se encuentre a derecho, desestímense las pretensiones del abogado”, fue la respuesta negativa que recibió. Abregú no se presentó en lo inmediato: demoró cerca de dos años en aceptar la condición que le impuso la Justicia.

Según su abogado, el femicida vivió todos estos años indocumentado en una zona rural del interior de una provincia del norte argentino. Y sin señal telefónica. Nadie lo podía llamar. Abregú solo iba a un pueblo cercano para hablar con él.

De la Riva justificó que su defendido eligió otra forma de cumplir su condena: “Estar escondido”. “Son veinte años el plazo de prescripción, que es el tiempo que logró mantenerse prófugo viviendo en la clandestinidad. Recién ahora pudo llegar a Tierra del Fuego porque estaba indocumentado. Tuvo que viajar de polizón hasta que entró y se entregó”, explicó el abogado en octubre pasado, cuando su cliente finalmente se entregó.

RM/ff