Para los industriales avícolas, la falta de créditos condiciona el presente y futuro de la actividad en Argentina

La producción de pollos en la Argentina no crece y actualmente se ve condicionada por la falta de créditos que obligaría a mantener los mismos valores de faena del 2023. Para los empresarios, la “gran batalla” que se debe dar en materia económica es contra la inflación y evaluar permanentemente la situación que genera la política cambiaria. Allí, los costos dolarizados que paga el sector crecen por arriba del nivel de incremento de los precios en pesos.

Así lo consignó el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, en el marco de un reportaje con el programa “Aire de campo”, que se emite en la mañana de cada sábado por radio Perfil.

Allí, el titular de la cámara empresaria comentó que tras la caída que experimentaron las ventas avícolas argentinas tras la detección de casos de fiebre aviar en el país, actualmente “hay una recuperación gradual de las exportaciones” y con la reapertura de mercados el 2024 podría cerrar con envíos por 210 mil toneladas, lo que representa un valor de 300 millones de dólares de facturación en exportaciones. Esto cuando aún se aguarda reaperturas importantes como la de China y Chile.

En el orden doméstico, Domenech consideró que “hay una demanda sostenida” de productos avícolas por parte de la población local tras registrar un crecimiento del 2% en el consumo durante el 2023. Consignó además que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) certifica una faena diaria de lunes a viernes de 3 millones de pollos.

“Sin embargo, el sector lleva seis años sin inversiones en el ritmo (de crecimiento) que necesitamos. Sobre todo en materia de galpones y granjas. Por un lado, falta superficie de crianza, ya que hay 13 millones de metros cuadrados de galpones, y necesitamos una expansión de unos 400 a 500 mil metros más por año. Y la razón es que no hay, ni hubo, crédito en la Argentina. Una de las expectativas favorables para el segundo semestre es que vuelva el crédito, pero mientras tanto no podemos ampliar la capacidad de crianza y como consecuencia de eso, el crecimiento es más limitado”, expresó.

La falta de crédito complica

“No hay crédito en la Argentina”, se lamentó Domenech pese a haber presentado CEPA un trabajo en el 2022 sobre esta problemática. Recordó que en junio de 2021, durante las gestiones de Daniel Scioli en Industria y Julián Domínguez en Agricultura, el Banco Nación promovió créditos para el sector avícola por 20.000 millones de pesos, de los cuales se utilizaron 17.000 millones para mejorar granjas y galpones. “Desde allí se paró todo”, refirió Domenech ante el reclamo de créditos para el sector.

“Hablando con empresarios del sector lechero coincidimos en afirmar que cuando los productores de cerdos, pollos o leche, vamos a un banco nos miran de reojo, y es cierto. No podemos conseguir que los galpones que se construyen con el valor que tienen no sirvan como garantía, ya que consideramos que este también se puede cubrir con un seguro”, manifestó para expresar su malestar contra los requisitos que presenta el sector bancario para la toma de préstamos.

Tipo de cambio y comercio exterior

Consultado sobre cómo puede afectar al sector avícola el régimen cambiario propuesto por el gobierno de Javier Milei tras la aprobación de la Ley Bases, Domenech consideró que “este es un tema delicado. Partiendo de la base que los costos en dólares suben internamente por arriba de la inflación, cuando además tenemos un derecho de exportación del 9% y eso sin duda afecta”.

La inflación de mayo de 2024 fue 4,2%, el índice más bajo en más de dos años

“Nadie esperaba una devaluación pero quizás para una adecuación habrá que esperar unos meses más para ver dónde se estaciona definitivamente la inflación. Con respecto al Impuesto País, quizás nos suba el riesgo de importación de productos. Es un tema para estar muy atento, ya que la producción hoy es excedente, y hasta un 12% de 2,5 millones de toneladas son para la exportación y esta no da con los precios que se necesitan y se favorece a la importación… Es para analizarlo, aunque por el momento hay que seguirlo bajo la pauta que nos dan los funcionarios”, explicó.

Agregó que para el sector empresario “por el momento la madre de las batallas, la gran batalla, es la inflación, luego estabilizar la macroeconomía y después despejar el camino. Y por el momento políticas de intervención estatal, no hay que esperar ninguna. Este es el escenario en el cual nos movemos hoy”. 

Situación de la avicultura argentina

Ante la conmemoración del Día de la Avicultura en la Argentina, que se celebra cada 2 de julio por la llegada de colonos suizos a San José en Entre Ríos, Domenech recordó que el primer semestre del 2024 cierra “cargado con las expectativas de lograr la reapertura de los mercados internacionales, y en lo que se refiere al mercado interno, todo está vinculado a la readecuación y lucha contra la inflación, donde los costos suben. El sector avícola es consumidor intensivo de luz, gas, de transporte y granos”.

“La carne de pollo es la de menor valor del mercado y la demanda se muestra muy sostenida. La oferta se ve levemente superada como consecuencia de que tenemos mercados como China, era el destino del 35% de las exportaciones, que auditó al Senasa sobre lo hecho con la influenza aviar y aún no pasó su informe definitivo: estamos pendiente de eso. En el caso de Chile, tras una auditoría, no ha reabierto el comercio por ahora”, explicó sobre la situación de los principales mercados de exportación para la producción aviar local.

 Tras el cierre de mercados producto de detección de fiebre aviar, el titular de CEPA aseguró que “las exportaciones se están recuperando lentamente: ya reestablecimos el comercio de productos avícolas con 19 países, de los cuales unos nueve son africanos, donde los precios son inferiores en el orden internacional. La caída en ventas fue importantísima para las empresas”.

Gi