La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) advirtió sobre las consecuencias negativas que tiene el crecimiento de la comercialización en negro e irregular de hacienda y carne vacuna. Para los frigoríficos del interior, la venta ilegal de carne pone en peligro al sector que opera en blanco y a aquellas empresas que cumplen con el pago de sus compromisos fiscales tanto impositivos como con la seguridad social.
Así lo indicó Daniel Urcía, titular de FIFRA, en diálogo con el programa “Nuestra Tierra”, que se emite por Radio Perfil. “La hacienda vacuna sale en blanco de los campos y se faena en blanco en los frigoríficos, y cuando sale de las plantas, se oscurece. Y esto es porque tiene puntos de venta que nadie controla, donde no se emiten tickets, ni nada y todo sale en negro”, dijo.
Urcía recordó que un 50% del consumo cárnico bovino que tiene la Argentina se concentra en toda el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA). “Allí los impuestos locales pesan y mucho. Fundamentalmente Ingresos Brutos, y las tasas municipales. Hay que contar tasas de tránsito que se pagan solo por cruzar un partido a otro con el camión. Y allí es donde está el problema de fondo, ya que se pierde trazabilidad y el control de la inocuidad”.
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Por ello, expresó que “el carnicero, si tiene que pagar Ingresos Brutos del 5, 6 o 7%, no sobrevive y cierra. Allí hay que darle una solución, y ya que las provincias no se dan cuenta de esto, se debe hacer a través de una reforma del sistema impositivo nacional”, y recomienda aplicar “un régimen simplificado” para la operatoria comercial que realizan las carnicerías: “Es decir, un monotributo para el carnicero”, expresó Urcía.
La entidad que nuclea a frigoríficos del Interior refirió que esta medida podría ser adoptada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y los gobiernos provinciales.
“Así el contribuyente, el carnicero, va a pagar una suma fija por mes y va a estar incluido un porcentual de Ingresos Brutos, si se quiere abonar un porcentual para el municipio, pero no va sobre las Ventas. El Impuesto sobre las Ventas para un bien como la carne, que tiene alto valor, y mucha rotación, es el peor impuesto que se le puede poner y el que va a incentivar más rápidamente la evasión”.
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