En las últimas semanas, se encontraron 21 ballenas franca austral muertas en la Península Valdés, elevando el total a 71 en lo que va del año y generando gran preocupación en esta área natural protegida de Chubut, reconocida como Patrimonio Natural de la Humanidad.
La localidad, situada en la costa del mar argentino en la provincia de Chubut, es el principal destino mundial para la llegada de ballenas franca austral en época de reproducción.
La cifra de este año ya duplicó la de 2023, cuando se registraron 30 muertes, y muestra un alarmante aumento, dado que en 2022 solo se contaron 12 casos.
Las autoridades iniciaron una investigación para conocer el motivo de las muertes de los animales y la principal sospecha apunta a una toxina natural.
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Gabriela Bellazzi, presidenta del Concejo Deliberante de Puerto Pirámides y miembro de la red de varamientos, dijo al Canal 12 de Puerto Madryn que el fenómeno podría estar vinculado a una toxina presente en el zooplancton.
Explicó que estos eventos se conocen como "eventos de mortandad inusual" porque implican la muerte de numerosas ballenas en un corto período.
“Las ballenas se alimentan de zooplancton, que a su vez consume estas pequeñas algas y acumula la toxina en sus cuerpos. Entonces, cuando las ballenas comen grandes cantidades de este zooplancton, pueden morir”, señaló Bellazzi.
Al principio, se pensaba que la causa de las muertes era la Marea Roja, un fenómeno natural asociado con el incremento de microalgas que también afecta a animales y humanos.
"Sería similar a consumir mejillones contaminados por Marea Roja, pero aquí la toxina es diferente", aclaró Bellazzi, y explicó que, a diferencia de la toxina amnésica y diarreica de la Marea Roja, en este caso tiene un efecto paralizante.
Los trabajos de remoción de los animales muertos, que son complejos y riesgosos, están siendo realizados por varias entidades estatales, como la Dirección de Flora y Fauna, la Administración de Vialidad Provincial, la Administración del Área Natural Protegida Península Valdés, el municipio de Puerto Pirámides, la Red Fauna, y los operadores de avistaje de ballenas.
Entre otras acciones, se busca evitar que lleguen a playas turísticas, como ocurrió recientemente en la Playa de Las Cuevas.
FM/LT