La rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China escaló a un nuevo nivel con la competencia por liderar el desarrollo de la inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés). Esta tecnología, considerada el siguiente gran salto en la evolución de la inteligencia artificial (IA), busca crear sistemas capaces de igualar o incluso superar las capacidades intelectuales humanas, incluidas tareas complejas como el razonamiento, la planificación y la comunicación en lenguaje natural.
Washington intensificó las sanciones para limitar el acceso de China a chips de vanguardia, elementos cruciales para el desarrollo de la inteligencia artificial. El país liderado por Xi Jinping, por su parte, responde con una millonaria inversión en su industria de semiconductores, con el objetivo de reducir su dependencia tecnológica y ganar terreno en esta carrera.
Inspiración en el pasado: un nuevo "proyecto Manhattan"
Hace unas horas, la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad EEUU-China del Congreso estadounidense propuso un ambicioso plan inspirado en el histórico "proyecto Manhattan". Este programa de investigación reunió entre 1942 y 1945 a gran parte de los científicos más destacados a nivel mundial, en las instalaciones de 'Los Álamos' (Nuevo México), Oak Ridge (Tennessee) y Hanford (Washington) con el propósito inicialmente de desarrollar la bomba atómica antes de que la tuviese en sus manos la Alemania nazi. Concluyó en agosto de 1945 con el lanzamiento de dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Por qué China lidera el ranking de innovación con IA generativa
El proyecto Manhattan es ahora el modelo para una colaboración masiva entre el gobierno y empresas privadas con el objetivo de liderar la creación de la AGI. El plan de esta Comisión del Congreso de EEUU es, precisamente, que el Gobierno se responsabilice de respaldar e impulsar el desarrollo de sistemas de IA que sean tan "inteligentes" o más que los seres humanos.
Jacob Helberg, integrante destacado de la Comisión, alertó sobre la velocidad con la que China avanza hacia este objetivo: “Es fundamental que nos los tomemos muy en serio”. De aprobarse la iniciativa, el Gobierno de EE.UU. asumiría un papel clave en la financiación y supervisión del desarrollo de esta tecnología.
¿Qué es la AGI y por qué es crucial?
A diferencia de las IA actuales, que están diseñadas para tareas específicas, la AGI se define como un sistema capaz de realizar cualquier tarea intelectual que los humanos puedan llevar a cabo. Esta modalidad de IA también deberá ser capaz de realizar juicios y razonamientos ante una situación de incertidumbre a partir del aprendizaje y el entrenamiento, así como de comunicarse utilizando el lenguaje natural, planificar o aprender.
Además, podría superar nuestras capacidades en actividades con alto valor económico, según la definición de OpenAI.
Algunos expertos consideran los términos "inteligencia artificial general" e "inteligencia artificial fuerte" como sinónimos. Sin embargo, otros reservan este último para describir sistemas que poseen conciencia de sí mismos, con la capacidad de desarrollar emociones y experimentar vivencias propias.
Expertos como Jensen Huang, CEO de NVIDIA, estiman que el desarrollo de esta tecnología podría estar activa en cinco años. Sin embargo, alcanzar este objetivo representa no solo un desafío técnico, sino también ético, ya que algunos consideran que una AGI plenamente desarrollada podría tener conciencia de sí misma, abriendo debates sobre su impacto en la humanidad.
Mientras EE.UU. y China avanzan en esta disputa, la AGI promete convertirse en un punto de inflexión tanto en términos tecnológicos como estratégicos. El país que domine esta tecnología no solo tendrá una ventaja económica, sino también un poder político sin precedentes, redefiniendo el equilibrio global en las próximas décadas.
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