A los 77 años, murió Germán Moldes, uno de los fiscales de mayor exposición pública de Comodoro Py. Con más de dos décadas como único fiscal ante la Cámara Federal porteña, Moldes tuvo un rol central en causas de corrupción que involucraban al kirchnerismo y fue una figura clave en el pedido de justicia tras la muerte de su colega Alberto Nisman.
Nacido en Capital Federal, criado en el barrio de Boedo e hincha de San Lorenzo, Moldes era hijo de un español y una argentina. Comenzó sus estudios universitarios en el año 1966 graduándose en la Universidad de Buenos Aires (U.B.A.), Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en las carreras de abogacía y procuración.
Germán Moldes tuvo un destacado y vertiginoso ascenso en la política y en el Poder Judicial durante la década del ‘90. Desde 1995 fue fiscal general ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, el emblemático edificio donde se tratan las principales causas de corrupción y delitos federales del país.
De la dictadura al poder político
Durante la última dictadura militar, Moldes, que se desempeñaba como secretario en un juzgado, fue detenido en un operativo que involucró a miembros de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN). Fue liberado dos meses más tarde, según precisó Chequeado en Justiciapedia.
Con la llegada de Carlos Menem a la presidencia, Moldes comenzó a tener sus primeros espacios relevantes en la función pública. En 1991 fue designado subsecretario de Coordinación en el Ministerio del Interior, bajo el mando de José Luis Manzano. Dos meses más tarde, ascendió a secretario de Población, es decir, el segundo detrás de Manzano dentro del Ministerio.
Durante su gestión fue denunciado por el ingreso irregular al país del traficante sirio Monzer Al Kassar, un episodio que marcó su renuncia en 1992, y seis meses más tarde fue nombrado fiscal ante los Tribunales Orales en lo Penal Económico de la Capital Federal.
Comodoro Py y la controversia
Uno de los momentos más controvertidos de su carrera ocurrió en 2010, cuando su decisión de no sostener la apelación ante la Cámara Federal permitió el archivo de dos causas contra Néstor y Cristina Kirchner, una por negociaciones incompatibles con la función pública y otra por asociación ilícita.
Sin embargo, su protagonismo se intensificó en 2015 tras la muerte de Alberto Nisman, el fiscal de la UFI-AMIA. Moldes fue uno de los principales impulsores de la marcha del 18F, una movilización para que se aclare lo sucedido con el fallecido.
“Hay que desratizar el Poder Judicial”, sostuvo luego de la negativa a abrir la investigación por el Memorándum con Irán. “No todos los que actualmente tienen el honor de llamarse jueces, lo merecen, no todos son rescatables, es necesario una desratización y una fumigación de este ambiente tan corrompido”. “A mí me da vergüenza, esto es una parodia, una farsa”, subrayó Moldes.
Moldes se jubiló en 2019, tras casi 25 años de carrera en el Ministerio Público Fiscal. Ese mismo año, en septiembre, fue operado en el Sanatorio de la Trinidad porque tenía la carótida derecha obstruida. Antes de la intervención, había sufrido 23 microinfartos cerebrales, lo que marcó el deterioro de su salud y puso fin a su actividad laboral. Tras su retiro, mantuvo un perfil público moderado, ocasionalmente opinando sobre el escenario político y judicial en entrevistas y declaraciones.
Su salud se había deteriorado en los últimos meses. Será velado desde esta tarde en una casa de sepelios de la calle O’Higgins y sus restos serán inhumados mañana, en el cementerio privado de Pilar.
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