No fue una tormenta. La construcción cumplía con el pliego, tampoco el frío o la nieve tuvieron que ver. Las aguas de Lago Puelo,de ese azul maravilloso que tiñe tantas partes de la Patagonia, nunca perdió su calma escena habitual... Sin embargo y aunque parezca increíble, el muelle de Lago Puelo inaugurado no hace tanto, en 2013, terminó derrumbándose en las últimas horas porque una clase de bacterias, literalmente, "se comió" los pilares de hierro de las bases.
La obra en esa ciudad, en el límite de Chubut casi pegado a Río Negro, fue financiada en su momento por la Nación durante el segundo gobierno de CFK, la inauguraron de manera entusiasta en la zona, porque significaba no solo un atractivo más para los turistas, ya que se se podía caminar hasta adentrarse bastante en el lago, sino que además mejoraba sustancialmente la actividad náutica local.
Hasta ahí, entonces, todo color de rosa. O color azul si miramos esas aguas que hacen de la Patagonia un paisaje único, pero los primeros signos de que "algo andaba mal" aparecieron un par de años más tarde, cuando en las recorridas de mantenimiento, los encargados empezaron a constatar, sorprendidos, que los gaviones de hierro del muelle se degradaban a una velocidad no solo llamativa, sino grave para su estabilidad.
Hubo estudios de urgencia entonces para tratar de explicar lo que estaba pasando, y se concluyó que las especiales condiciones del lago, que está más bajo que el nivel del mar, albergaba una clase de bacterias que hacían del hierro "casi un patio de comidas". Así lo fueron degradando en tiempo récord, ya en 2017 una parte de la pasarella fue cerrada, porque no ofrecía seguridad, y este jueves por la tarde una gran parte del muelle terminó colapsando, yendo a parar al fondo del lago. La profundidad promedio del Lago Puelo ronda los 180 metros.
No fue un derrumbe sin costos, porque había algunas embarcaciones amarradas, y el colapso del paredón las arrastró, una de ellas se hundió, y otra quedó en vuelta de campana. Se trabajaba por estas horas con medios locales y otros llegados desde Bariloche en volver a ponerla de nuevo a flote.
"Un proceso natural"
"Fue un proceso natural. Todos fuimos sorprendidos, incluyendo a los ingenieros diseñadores, los proyectistas, la empresa constructora y nosotros mismos”, contó en su momento el entonces intendente del Parque Nacional Lago Puelo, Sergio Rusak, cuando ya partes de la vía inaugurada en septiembre de 2013 habían sido cerradas al acceso del público, porque el deterioro de las bases se tornaba como peligroso.
"En todos los lagos patagónicos existe una bacteria endémica y que prospera mucho más en los lugares de aguas lentas, estancadas o de mayores temperaturas. Lago Puelo está más bajo sobre el nivel del mar que otros espejos, cobija más cantidad de estos microorganismos, que consumen elementos ferrosos del ambiente. involuntariamente, con la dársena del puerto también construimos un ambiente propicio para que se desarrolle, ya que es agua que no circula, está estancada y la bacteria prosperó, oxidando los gaviones que soportaban la base del puerto".
El informe de los expertos
“Los ecosistemas naturales del Parque Nacional Lago Puelo y del resto de la Comarca Andina son una fuente de gran diversidad microbiana y genética, donde existen bacterias y otros microorganismos con identidades taxonómicas no conocidas hasta el momento y genes que codifican para la producción de compuestos nuevos y desconocidos por la ciencia en la actualidad”, agregó un informe del Centro Regional de Investigación y Desarrollo Científico Tecnológico, Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Así resaltaba lo inesperado del desenlace. Habrá que pensar, entonces, en una nueva obra, evitando en lo posible el uso de hierro...
HB
