El gigante tecnológico Meta, dueño de Instagram y Facebook, sorprendió este martes al anunciar la suspensión de su programa de verificación de datos (conocido como fact checking) en Estados Unidos, un giro radical en su enfoque de moderación de contenido en las redes sociales. Junto a otros cambios implementados en la compañía, la decisión marcó un cambio importante en su política interna y generó una ola de reacciones, tanto en favor como en contra, particularmente por la inclinación que supuso hacia el discurso conservador imperante en el país norteamericano.
El anuncio fue realizado por su CEO, Mark Zuckerberg, quien alegó que la anterior política "socavaba la confianza" entre los usuarios, especialmente en relación al contenido político. En cambio, reemplazará los verificadores de hechos por "notas comunitarias, un mecanismo similar al utilizado en X, la red de Elon Musk.
Su discurso, en tanto, marcó un giro en la estrategia de la compañía, que recientemente había fortalecido sus sistemas para moderar el debate público. Zuckerberg argumentó que alcanzaron un momento de "censura excesiva", un discurso que pareció alinearse con las prioridades del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en medio de la creciente preocupación global por la difusión de desinformación.
Detalles del anuncio de Mark Zuckerberg
Zuckerberg, fundador y director ejecutivo de Meta, confirmó la decisión a través de un mensaje en sus redes sociales, donde explicó que la empresa eliminaría a los verificadores de hechos y los reemplazaría por "notas comunitarias", un sistema similar al que utiliza X (antes conocido como Twitter).
Según Zuckerberg, los verificadores de hechos habían fomentado la desconfianza entre los usuarios, incluidas las elecciones en EE.UU. de 2016, demostrando ser "demasiado parciales políticamente" y, en lugar de construir confianza entre los usuarios, habían contribuido a socavarla.
El multimillonario, en tanto, aseguró que las políticas de verificación habían sido ineficaces y que, en muchos casos, habían generado más desconfianza que seguridad en la plataforma, especialmente en el contexto político estadounidense.
Además, anunció que Meta simplificaría sus políticas de contenido, eliminando restricciones sobre temas como inmigración y género, los cuales consideraba que "no conectaban con el discurso dominante" en el país. Este anuncio coincidió con la cercanía de la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero, lo que hizo que algunos interpretaran el movimiento como un intento de alinear las políticas de Meta con el nuevo liderazgo en la principal potencia global.
La red de verificación de hechos de Meta
Hasta ahora, Meta había trabajado con alrededor de 80 organizaciones de verificación de hechos a nivel global, y el programa de fact-checking estaba operativo en más de 26 idiomas, no solo en Facebook, sino también en Instagram y WhatsApp. La reconocida agencia AFP, por citar alguna, colaboraba en este sistema de verificación de contenidos, que había sido elogiado por algunos y criticado por otros.
Los programas de verificación de hechos habían sido cuestionados especialmente por los sectores conservadores del país norteamericano, que acusaban a las plataformas de imponer un "sesgo político" en sus políticas de moderación. En ese contexto, el cese del programa de verificación de hechos parecía una respuesta directa a esas críticas y un intento de apaciguar a los sectores políticos que consideraban que la moderación de contenido estaba dirigida en su contra.
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La decisión de Meta fue recibida con entusiasmo por Elon Musk, el magnate que compró X (ex Twitter), quien se convirtió en una de las figuras más críticas de la moderación estricta de contenido en las redes sociales, en función del derecho a la libertad de expresión. Musk celebró la medida en un mensaje en sus propias plataformas, calificándola de "genial" y compartiendo un artículo titulado "Facebook echa a los fact-checkers en un intento de 'restaurar' la libertad de expresión".
Por su parte, Musk, que personalmente lucha contra lo que llama el "virus progresista", había expresado previamente que las elecciones de noviembre representaban un "punto de inflexión cultural" que debía priorizar la libertad de expresión, y vio la decisión de Meta como un paso en esa dirección. Desde su perspectiva, las plataformas deberían ser más abiertas al discurso sin censurar contenidos que no violaran de manera clara las reglas.
Los guiños de Zuckerberg y Meta hacia Donald Trump
El cese del programa de verificación de hechos de Meta también se dio en un momento en que Mark Zuckerberg había comenzado a estrechar lazos con el presidente electo Donald Trump.
En noviembre de 2024, Zuckerberg se reunió con el presidente electo en su residencia de Mar-a-Lago, un gesto que muchos interpretaron como un intento de acercar posiciones después de años de tensas relaciones entre la compañía y el líder republicano. Trump, que fue expulsado de Facebook tras el asalto al Capitolio de enero de 2021, vio cómo su cuenta fue restablecida a principios de 2023.
Además, Zuckerberg había realizado una donación de un millón de dólares al fondo de investidura de Trump, lo que avivó las especulaciones sobre la intención de la empresa de ganar terreno en el ámbito político conservador. En ese sentido, la decisión de Meta de suspender su programa de verificación de datos se sumó a una serie de movimientos estratégicos que parecieron diseñados para suavizar su imagen ante la administración entrante.
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Por otro lado, Zuckerberg implementó una serie de cambios adicionales en la empresa. Nombró a Joel Kaplan, un exalto funcionario republicano, para liderar los asuntos públicos de Meta, reemplazando al liberal Nick Clegg. Kaplan había sido un crítico de las políticas de moderación de contenido de Meta, afirmando que la censura había ido "demasiado lejos" y que había una excesiva restricción de contenido inofensivo. Otro gesto hacia los círculos cercanos a Trump fue el nombramiento de Dana White, presidente de la UFC y aliado cercano de Trump, como miembro de la junta directiva de Meta.
Como parte de la reestructuración interna, Meta también anunció que trasladaría sus equipos de confianza y seguridad desde California, un estado tradicionalmente más liberal, hacia Texas, un estado más conservador, una medida similar a la que tomó Elon Musk anteriormente. Zuckerberg explicó que este cambio permitiría a la compañía generar "mayor confianza en su moderación de contenido", minimizando las preocupaciones sobre posibles sesgos ideológicos entre sus empleados.
