Como si alguien que no sea del propio riñón chavista pudiera creerlo, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro y su letal ministro del interior, Diosdado Cabello, anunciaron este sábado haber descubierto "un nuevo plan de desestabilización" contra el gobierno chavista, y señalaron que por esa "conspiración" fueron detenidos tres jueces, dos fiscales y un militar.
"Hay una nueva conspiración, una nueva operación contra el país, una nueva operación de desestabilización que tiene su origen en el estado Zulia (noroeste)", dijo Cabello en rueda de prensa, repitiendo una mecánica que el chavismo ha utilizado hasta el hartazgo en los últimos años: la de acusar a la oposición por presuntos planes golpistas, argumentos que le dan al gobierno potestad para arremeter con detenciones a través de órdenes que salen de los propios jueces que responden al oficialismo.
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"Están detenidos el señor Pedro Velasco Prieto, presidente del circuito judicial penal del estado Zulia -noroeste-; Maurelis Vilches Prieto, jueza del estado Zulia; Maryol Plaza Hernández, jueza del estado Zulia; Francisco Urdaneta, fiscal (....) José Gregorio Rondón, fiscal", señaló Cabello, agregando que también había "un militar detenido" y, repitiendo el "manual" en la dictadura chavista, Cabello señaló que todos los arrestados "tienen vínculos directos con (la líder opositora) María Corina Machado.
Además Cabelló apuntóa los dirigentes Juan Pablo y Tomás Guanipa y a un importante empresario de Zulia, José Enrique Rincón, quien -dijo- "escapó a España".
Las investigaciones "están en desarrollo y no se descartan nuevas detenciones", precisó Cabello, señalando sin mostrar pruebas o datos que corroboren sus dichos que "hay más empresarios vinculados y grupos de paramilitares que están siendo entrenados en Colombia y Ecuador para atentar contra Venezuela".
En una puesta en escena de tono casi absurdo, Cabello señaló que "incautaron las armas que se iban a utilizar en el plan de desestabilización", y las detalló en "seis fusiles de fabricación colombiana, un fusil M4, ocho fusiles AK47, seis fusiles M16 de fabricación estadounidense, un lanzagranadas, una pistola glock y un dron".
El gobierno de Venezuela denuncia constantemente planes de desestabilización, una práctica a la que casi nadie presta atención, pero que al régimen de Maduro le sirve como excusa para detener y torturar a opositores.
Esta semana la vicepresidenta Delcy Rodríguez, aseguró que tres instalaciones petroleras habían sido atacadas como parte de "otro plan de plan de la oposición", con otras 11 personas detenidas y posiblemente sufriendo toda clase de vejaciones en las temibles cárceles del chavismo.
En octubre, el propio Cabello había denunciado "la detención de 19 mercenarios extranjeros", como parte también del enésimo "plan de conspiración" contra el gobierno de Maduro, entre ellos ciudadanos estadounidenses y colombianos.
AFP/HB
