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Escándalo en el Ejército

Las partes de aeronaves robadas "para organizar una fiesta de fin de año" reaparecieron en Campo de Mayo

La declaración que vinculaba el robo de material perteneciente a la Fuerza Aérea con una fiesta de fin de año quedó en entredicho tras una denuncia por falso testimonio. El testigo clave modificó su versión, lo que abrió un nuevo frente judicial. La reaparición de los motores "canibalizados" abre nuevas incógnitas.

Reaparecieron los motores de aeronaves que habían sido robados
Reaparecieron los motores de aeronaves que habían sido robados | Facebook

Dos turbinas de aviones y camillas para el transporte de helicópteros que figuraban como robadas aparecieron en el Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento 601, con asiento en la guarnición militar de Campo de Mayo, de donde habían sido sustraídas inicialmente y por lo que hay varios militares investigados.

Entre tanto, la investigación judicial a los 13 militares suspendidos por robo de material de aeronaves del ejército sigue su curso. Todos ellos de la Dirección de Aviación del Ejército, donde fue relevado hasta el coronel, Julio Orlando Morillas. La investigación inicialmente afectaba a 16 militares, pero tres fueron apartados de la investigación.

Según trascendió en distintos medios de comunicación, la denuncia se basó en la declaración de un oficial que presentó una historia insólita: el robo de las piezas era para venderlas en el mercado y recaudar fondos para una fiesta de fin de año.

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Suspendieron a 16 militares y relevaron al Director de Aviación del Ejército por presuntas ventas de motores de helicópteros

En un reciente artículo del periodista Mariano De Vedia publicado en La Nación, se afirma que “los materiales habrían desaparecido en septiembre y habrían aparecido en diciembre, luego de la suspensión de los militares”.

El comunicado que anunció las sanciones disciplinarias.
El comunicado de prensa que, en su momento, anunciaba las medidas disciplinarias contra 16 miembros del ejército.

Las piezas robadas que reaparecieron son dos turbinas de aviones Twin Otter y componentes de helicópteros, llamados "camillas", destinados a su traslado. Cuando desapareció el material, la situación llevó inmediatamente al jefe del Ejército, general de división Carlos Alberto Presti, a ordenar una auditoría exhaustiva. La inspección, a cargo del general de brigada Carlos Alberto Carugno y un equipo de especialistas, confirmó la falta de materiales, lo que reforzó la hipótesis de una trama de corrupción dentro de la fuerza.

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El enigma de la reaparición del material faltante

A pesar de la reaparición de las turbinas y las barras para el transporte de helicópteros, las circunstancias de su retorno siguen siendo inciertas. Desde el Ejército evitaron confirmar o desmentir el hallazgo, pero deslizaron la posibilidad de que alguien vinculado al caso haya decidido devolver el material en un intento por evitar mayores consecuencias legales.

El misterio sobre la ubicación exacta de los materiales antes de su reaparición abre interrogantes sobre si el Ejército tenía conocimiento previo de su paradero o si hubo intervención externa en la restitución de los objetos robados. Sospechoso.

El subjefe del Ejército, en su informe a la justicia federal, también mencionó presuntas irregularidades en la recepción de una aeronave Diamond en Boulogne, aunque no brindó mayores detalles. Asimismo, advirtió sobre inconsistencias en la documentación de camillas y barras de transporte de helicópteros Bell AB 206, señalando que algunos pagarés involucrados en la transacción podrían haber sido emitidos de manera irregular.

Petri, ministro de Defensa.
Petri, ministro de Defensa.

Una historia desopilante y una denuncia por falso testimonio

El expediente judicial apunta particularmente a tres o cuatro militares sobre quienes recaen las mayores sospechas. Como mencionamos anteriormente, la denuncia inicial se basó en el testimonio de un teniente primero que aseguró haber escuchado rumores el 3 de diciembre sobre una fiesta financiada con la venta de los motores sustraídos.

Sin embargo, en un giro inesperado en medio de la investigación, el oficial habría cambiado su versión de primera instancia, solo para luego insistir en su declaración original. Este cambio de postura generó una nueva controversia, ya que el abogado de uno de los militares suspendidos presentó una denuncia por falso testimonio.

Este nuevo frente judicial se encuentra ahora en manos de la justicia federal de Tres de Febrero, que tiene jurisdicción sobre Campo de Mayo y que deberá esclarecer si la acusación inicial se basó en información veraz o en una versión manipulada de los hechos.

FM cp