La foto de Stiuso, la "mafia" de la SIDE y la "humillación" presidencial: el día que Néstor Kirchner echó por teléfono a Gustavo Béliz
El ministro de Justicia y Seguridad denunció a "sectores mafiosos" que querían desbancarlo. Y mostró por TV una foto del espía Stiuso. Para Néstor Kirchner fue mucho.
Néstor Kirchner tardó un año y dos meses en echar a su primer ministro. Fue Gustavo Béliz, y ocurrió en medio de un escándalo público que había llegado al clímax cuando en un programa de televisión el funcionario mostró una foto de un personaje que volvería al centro de la escena muchos años después: el espía Jaime Stiuso. El anuncio de la salida se dio de una forma particular. El Gobierno abrió por primera vez la Quinta de Olivos a los periodistas, pero avisó casi sin tiempo para que llegaran. Habían pasado las 22.30 cuando el vocero Miguel Núñez brindó la información ante un par de cámaras, antes de retirarse sin contestar preguntas.
La primera crisis del gobierno de Néstor Kirchner que se cobró un ministro había arrancado ocho días antes, el 16 de julio de 2004, con los episodios de violencia frente a la Legislatura porteña. Adentro se debatía el nuevo Código de Convivencia y afuera integrantes de organizaciones sociales, de vendedores ambulantes y diversidades de género produjeron algunos destrozos.
Eran los tiempos en que el gobierno remarcaba y hacía una bandera política su intención de no reprimir las protestas y la presencia policial ese día fue escasa, por no decir nula. Aníbal Ibarra, que era el jefe de Gobierno, aprovechó la circunstancia para reforzar su reclamo por una policía propia de una ciudad donde operaba exclusivamente la Federal.
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El 22 de julio hubo otra marcha, esta vez pacífica. Pero ese mismo día el Gobierno desplazó el jefe de la Federal, Eduardo Prados. Lo acusó de no haber prevenido los incidentes en la primera movilización y de haber desobedecido la orden presidencial de que los policías no llevara armas a la segunda.
En esas horas se habían instalado con fuerza los rumores de que también saldría del Gobierno el secretario de Seguridad, Norberto Quantin.
Néstor Kirchner, Alberto Fernández y Gustavo Béliz
En aquellos tiempos se decía que los Kirchner, Néstor y también Cristina, eran más "belicistas" que Béliz kirchnerista. El funcionario se había sumado a los equipos del patagónico y en su cargo de ministro de Justicia y Seguridad había arrancando la gestión como uno de los favoritos del gabinete.
Pero eso se rompió y Béliz terminó siendo el primero en dejar el Gabinete inicial de Néstor Kirchner. La crisis terminó de estallar cuando el 23 de julio Béliz salió con todo a denunciar a la SIDE y dijo que había "sectores mafiosos" que buscaban su renuncia. Agentes de inteligencia, expolicías e integrantes del Poder Judicial, enumeró.
En el programa Hora Clave, de Mariano Grondona, apuntó directamente contra la SIDE por no haberlo alertado sobre los incidentes frente a la Legislatura. Y sorprendió al mostrar al aire una foto de Jaime Stiuso, a quién caracterizó como "el espía más poderoso de la Argentina".
"La SIDE la maneja un hombre al que todo el mundo le tiene miedo. Cuando lo mencionás en una reunión te dicen: 'cuidado, no te metas con este tipo, que es un tipo peligroso. te puede mandar a matar, te puede meter en situaciones muy complicadas'", dijo esa noche al aire. Y agregó: "Ha embarrado la causa AMIA, ha sido uno de los grandes responsables de que la causa AMIA se frustrara".
Stiuso volvió al foco de atención con el caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman. El Gobierno lo acusó de haber armado la causa contra la entonces presidenta Cristina Kirchner.
Gustavo BélizCaption
En su descargo en aquel julio de 2004, Béliz también señaló a la SIDE por dar información falsa al Presidente sobre el atentado contra lamtual judía (del que días antes se habían cumplido los 10 años) y también destacó que el mandatario conocía los cuestionamientos que los organismos de derechos humanos le estaban haciendo al nuevo jefe de la Federal policía, Néstor Vallecca, que había asumido en reemplazo de Eduardo Prados.
En la SIDE, además, estaban dos de los hombres de máxima confianza de Kirchner, Héctor Icazuriaga y Francisco Larcher. Para Presidente el "combo" fue mucho. Le pidió al entonces Jefe de Gabinete Alberto Fernández que llamara a Béliz y le exigiera la renuncia. Y así sucedió. El actual miembro de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, fue nombrado en su lugar. A la secretaría de Seguridad, en lugar de Quantin, fue Alberto Iribarne.
Ya desplazado, Béliz dijo al diario La Nación que estaba pagando "el costo de decir la verdad" y que se había metido "con el aparato más oscuro de la Argentina, que es la SIDE".
En declaraciones a Clarín, apuntó en forma personal al Presidente: dijo que estaba cansado de del trato al que era sometido: "Es terrible el maltrato al que te somete. Te humilla, humilla a todo el mundo. Pueden pasar 15 días sin responder un llamado."
También denunció que el Gobierno le había dado 100 millones de pesos a la SIDE con el fin de armar "una Gestapo de la democracia".
La carrera de Gustavo Béliz en la política comenzó durante la presidencia de Carlos Menem, cuando fue presidente del Instituto Nacional de la Administración Pública, entre 1989-1992; secretario de la Función Pública, y ministro del Interior entre 1992 y 1993, cargo al que renunció al oponerse a la reforma de la Consitutución de 1994.
Entre 1997 y 2000 fue legislador de la Ciudad de Buenos Aires, y en el 2000 candidato a vicejefe de Gobierno porteño, pero la lista que integraba quedó en segundo lugar.
En 2005, luego del paso por el primer gobierno kirchnerista, se fue a Estados Unidos para trabajar para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Luego estuvo en la sede de Uruguay. En 2014 volvió a instalarse en Argentina y se dedicó a estudiar la deuda externa, hasta que en 2019 el mismo hombre que 15 años antes lo había llamado para echarlo, lo convocó para integrarse a su gobierno.
Sin un perfil demasiado alto, fue secretario de Asuntos Estrategicos de Alberto Fernández. No llegó al final del Gobierno: renunció el 28 de julio de 2002, al confirmarse que Sergio Massa asumiría como superministro.
