El juicio oral por la muerte de Diego Armando Maradona continúa este martes con las declaraciones del dueño de la propiedad y de la agente inmobiliaria que gestionó el alquiler en el country San Andrés, ubicado en Tigre.
Se trata de Santiago Giorello, propietario del lote 45 del barrio privado y de Andrea Flavia Jordan, la encargada de negociar el alquiler. Ambos brindarán su testimonio frente a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro en la quinta jornada del juicio.
La fiscalía busca mostrarles a los magistrados Maximiliano Savarino, Julieta Makintach y Verónica Di Tommaso las condiciones en las que Maradona pasó sus últimos días de vida, internado en una de las habitaciones de la casa en San Andrés.
El contrato de alquiler fue firmado por Jana Maradona, hija del diez, quince días antes de la muerte de Maradona el 25 de noviembre de 2020. La propiedad fue alquilada por 16.000 dólares por tres meses, con plazo hasta el 31 de enero de 2021.
La casa en la que fue hallado sin vida el exjugador tiene dos pisos y cinco habitaciones, todas en planta alta. Por su delicado estado de salud, Maradona, que había sido operado en la cabeza por un hematoma subdural el 3 de noviembre de 2020, fue ubicado en el playroom de la planta baja, porque no podía subir las escaleras. Sus ventanas fueron cubiertas con durlock.
En la etapa previa al juicio, en diciembre de 2020, el propietario de la vivienda declaró que cuando Maradona fue trasladado a su propiedad, que la plata baja no contaba con dormitorios ni con un baño completo. “Uno venía siguiendo por la tele que Maradona era una persona que salía de una internación, por eso tuvimos las dudas", dijo entonces.
"Se nos manifestó que él iba a tener asistencia médica permanente y que iba a haber una ambulancia”, pero indicó que en una visita a la propiedad seis días antes de la muerte de Maradona, no vio el vehículo de emergencia “por ningún lado".
Por su parte, Jordan, que es dueña de una inmobiliaria en Nordelta, aseguró en noviembre de 2021 que a la zona “suelen llegar muchos extranjeros y futbolistas”. “Diego no era el único, tengo bastantes, porque la zona es así”, dijo, y sostuvo que la muerte del ídolo la “sorprendió”: “Nunca imaginé que podía tener tanta repercusión”.
Acerca de la gestión del alquiler, dijo que las hijas del exjugador “participaron mucho” en la elección de la vivienda. “A la que vi en videollamada fue a Giannina, pero no la conozco personalmente”, mencionó.
La maqueta de la casa donde murió Maradona
Por encargo de Fernando Burlando, abogado de la querella que representa a Dalma y Gianinna, dos estudiantes de arquitectura confeccionaron una maqueta a escala de la casa del country a partir de 250 imágenes y un plano de la Policía Científica.
De acuerdo a Burlando, la maqueta es una prueba de las condiciones de la casa, que debía estar adaptada para una internación quirúrgica, pero “parecía la casa de un acumulador”. “Parece una casa espléndida y, en verdad, era una pocilga", dijo. A su vez, señaló que el baño de plata baja estaba ubicado lejos de donde dormía Diego y que quienes lo acompañaban dormían en el primer piso: "Era imposible que si Diego se quejaba, alguien lo escuchara".
Fue realizada por Nicolás Hilbert y Eugenio Artus, estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Belgrano (UB), y fue presentada en los Tribunales de San Isidro el martes 11 de marzo, cuando comenzó el juicio.
Según Artus, las condiciones de la casa no podrían adaptarse a alguien con movilidad reducida y aseguró: “Parecía una casa ocupada”. “Había platos de plástico y madera acumulados en la bacha. La sensación que nos quedó es que era un lugar abandonado. Ahí no podía vivir un ser humano”, sostuvo en diálogo con eldiarioAR.
El juicio por la muerte de Diego Maradona busca determinar la responsabilidad Leopoldo Luque, médico personal del astro del fútbol, una psiquiatra, un psicólogo, tres enfermeros y dos médicos imputados por "homicidio con dolo eventual".
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