Referentes sociales de todo el mundo que militan por los derechos humanos, entre ellos el dirigente Juan Grabois, se reunirán en el Vaticano el próximo 20 de septiembre para conmemorar los diez años del primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares, liderado por el Papa Francisco. El evento, bajo el lema “Plantando bandera frente a la deshumanización”, celebrará la consigna de las “tres T” –Tierra, Techo y Trabajo– que Francisco impulsó desde el inicio de su pontificado
El simposio tendrá lugar en la Ciudad del Vaticano, entre las 10 y las 13 horas de Roma, y será un espacio de reflexión sobre los logros alcanzados por los movimientos populares en la última década. Organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, del cual Grabois es miembro, el evento evocará aquel primer encuentro en Roma, en octubre de 2014, cuando el Papa Francisco, en el segundo año de su papado, reivindicó a los movimientos populares y animó a asumir un desafío: “Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo”.
Juan Grabois, dirigente enrolado hoy en el peronismo y fundador del Movimiento de Trabajadores Excluidos, fue invitado como uno de los principales organizadores de estos encuentros que han tenido continuidad en Bolivia y Roma en los últimos años.
El evento también contará con la participación de otros líderes globales, como la dirigente social Xaro Castelló y el economista brasileño Joao Pedro Stedile, quienes también fueron parte del grupo fundador.
El Vaticano presentará durante el simposio un libro que recopila los mensajes y discursos que Francisco ha dirigido a los movimientos populares en los últimos diez años. Además, se proyectará un video con los momentos más destacados de estos encuentros.
Se espera que Francisco brinde un mensaje al finalizar las deliberaciones, junto con una intervención del cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio.
Cabe mencionar que se transmitirá por Youtube y participarán dirigentes de movimientos de todo el mundo que se conectarán en forma virtual.
La invitación cursada por el Vaticano, en referencia a los lineamientos marcados por Francisco en las encíclicas Laudato si y Fratelli tutti, expresa: “Este aniversario es una buena ocasión para reflexionar sobre el recorrido que hemos hecho en este tiempo con compañeros y compañeras de todo el mundo, plantando la bandera de la paz en nuestra Casa Común”.
Grabois y el Papa otra vez juntos
El vínculo de Francisco con Grabois se remonta a 2008, cuando el entonces arzobispo Jorge Bergoglio comenzó a celebrar misas para denunciar la trata de personas, el trabajo esclavo y la marginación de los inmigrantes, en barrios vulnerados de la ciudad de Buenos Aires. Allí conversó con dirigentes de organizaciones que impulsaban la economía popular.
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El dirigente social participó del primer encuentro de Francisco con los movimientos populares, en 2014, cuando levantó su voz en favor de que “todo trabajador, esté o no esté en el sistema formal del trabajo asalariado, tiene derecho a una remuneración digna, a la seguridad social y a una cobertura jubilatoria”.
Una década después, entre otros problemas sociales, el debate por el sistema jubilatorio en la Argentina enfrenta en duros términos al gobierno de Javier Milei con las organizaciones del sector y la oposición política.
El recorrido del Papa por Asia y el Pacífico
Francisco llegará al encuentro luego de su extenso viaje por Asia y Oceanía, en el que recorrerá 32.000 kilómetros en 12 días, por ciudades de Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
Fue en este contexto que Francisco reclamó este sábado una explotación justa de los recursos naturales para promover "el bienestar de todos" durante su visita a Papúa Nueva Guinea, un empobrecido país de Oceanía pero con amplias reservas minerales.
La riqueza en oro, cobre, níquel, gas natural o madera de este país de 12 millones de habitantes situado al norte de Australia ha atraído inversiones de importantes multinacionales. Pero esto no ha beneficiado necesariamente a su población, con alrededor de un cuarto viviendo por debajo del umbral de la pobreza y apenas un 10% de los hogares con suministro eléctrico.
"Su país, además de islas y lenguas, también es rico en recursos de la tierra y de las aguas. Estos bienes están destinados por Dios a toda la colectividad", dijo el pontífice argentino en su primer discurso en la capital, Port Moresby. La visita del sumo pontífice, de 87 años, es la tercera de un papa a este país de 12 millones de habitantes, mayoritariamente cristianos.
Por ello hay que "valorizar los recursos naturales y los recursos humanos, de tal modo que se pueda dar vida a un desarrollo sostenible y equitativo, que promueva el bienestar de todos", continuó ante una audiencia formada por políticos, diplomáticos y empresarios.
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