De un ruido molesto abajo de una camioneta a un hallazgo sorprendente que evitó lo que seguramente serí el robo del año y que, según sospechan los investigadores, iba a producirse el próximo fin de semana.
La Policía informó que el descubrimiento comenzó este martes 6 de agosto, frente a la sucursal de San Isidro del Banco Macro, en Chacabuco 444. Allí, un repartidor maniobraba su camioneta cuando notó un ruido inesperado abajo, en el chasis.
Miró y vio que de la calle adoquinada sobresalía algo que no debía estar ahí: una varilla metálica. Avisó, llegó el comisario Alejandro Sánchez, constató la presencia del "fierro" intruso y pidió al personal del banco que relevara las alarmas, para constatar si habían marcado algo.
No detectaron nada extraño; tampoco en una inspección visual. Por las dudas, dejaron un patrullero del Comando de San Isidro en custodia, mientras dieron intervención a la fiscalía Central San Isidro.
La madrugada de este jueves fue el momento del sorprendente hallazgo.
Llegó una cuadrilla de Aysa, se sumó la seguridad del banco, y con máquinas excavadoras hicieron una perforación de 3,5 metros. Seguramente los pocos transeúntes (el momento pico de la excavación fue pasada la medianoche) pensaron que era una obra vial y se molestaron con el ruido. Pero era otra cosa.
Apenas pasada esa profundidad, personal de la Superintendencia Siniestral distinguió un orificio de luz, "el cual daba a un túnel que atraviesa la arteria Chacabuco y hacia el Banco Macro", tal como figura en el informe oficial de prensa de la Policía, que caracteriza al hecho como "modalidad boquetero".
Entonces se sumó la Policía Científica y ahí quedó claro cuál era la dimensión del hallazgo: descubrió que había un impactante túnel que llegaba hasta un galpón que está a 150 metros de distancia de la sucursal bancaria, también sobre la calle Chacabuco, entre el 529 y el 567.
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¿Qué había en ese galpón? Una gran cantidad de tierra acumulada y maquinarias para la extraccion. El personal de la policía bonaerense y de la Municipalidad de San Isidro que trabajó durante la madrugada, no solo encontró las bolsas con la tierra, sino también colchones, un testimonio de que la banda trabajaba de noche.
Un experto consultado estableció que se trata de un trabajo que demandó entre 6 y 9 meses. El depósito tenía una pared falsa para que no se viera el interior al ingresar vehiculos.
Cómo es el túnel que llegaba al banco
El túnel tiene más de 3 metros de profundidad y los videos muestran que es una construcción impactante, con todas las condiciones y el tamaño para que los ladrones se moviern con total comodidad. Perfectamente iluminado, tiene un sistema de ventilación asistido por un motor.
En la cuadra hay dos bancos. Pero los investigadores están seguros de que los delincuentes tenían como objetivo el Macro, porque el túnel había pasado de largo por la sucursal del ICBC.
Creen que los ladrones pretendían robar en la zona de las cajas de seguridad. La sospecha es que este fin de semana pensaban concretar la etapa final del golpe.
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