Difícil 'competir' cuando del otro lado de las discusiones políticas se encuentra alguien con más de 200 mil millones de dólares, dueño de redes y satélites globales, que además de opinar de cuestiones electorales trabaja en cohetes a Marte o en una red de satélites para medio planera... Hablamos por supuesto de Elon Musk, que además de haberse convertido en hombre de confianza de Donald Trump, extiende cada vez más su influencia política en varios países de Europa, impulsando a los partidos de derecha.
"El premier británico Keir Starmer debe irse y enfrentar cargos ante la justicia", disparó en las últimas horas desde su red X, y poco antes había calificado al aleman Olaf Scholz como "un imbécil incompetente que está loco", y al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier llegó a tildarlo de "tirano".
"El presidente alemán no es un tirano antidemocrático y Alemania es una democracia fuerte y estable, diga lo que diga el señor Musk", se limitó a contestar Scholz en una entrevista cuando le preguntaron sobre esas afirmaciones de Musk y su apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), al que las encuestas atribuyen el segundo lugar en el electorado alemán(19% en promedio).
Sin embargo, cuando le dijeron a Scholz si discutiría cara a cara con Musk sobre esas opiniones políticas, el líder alemán rehuyó el tema, señalando "no creo que haya que tratar de ganarse el favor del señor Musk. Eso se lo dejo a otros...".
Sucede que el aparato de propaganda que puede agitar Musk lo convierte en un adversario durísimo a escala global, y esta última semana cargó también contra las autoridades de la Comisión Europea, además de meterse en los procesos politicos de Hungría, Rumania e Italia.
Musk, de 53 años, ya avisó que en una conversación con la líder de AfD, Alice Weidel, el próximo 9 de enero en X.
En cuanto al premier laborista inglés, se ha convertido en el último blanco de una campaña liderada por el fundador de Tesla y SpaceX a través de su red social. Musk lo acusó de varios delitos, y ha pedido la liberación del activista británico de extrema derecha Tommy Robinso,n al tiempo de apoyar públicamente al partido antiinmigración Reform UK, con cuyo líder, Nigel Farage, se ha reunido recientemente.
Musk, cuya cuenta en X suma 210 millones de seguidores, multiplica los mensajes sobre un caso de explotación sexual de niñas en el norte de Inglaterra, cuyos responsables eran originarios de Pakistán. Pero además, se ha convertido en una figura cada vez más popular entre los jóvenes británicos, según el instituto de encuestas Savanta.
"Las percepciones de éxito y riqueza, por un lado, y la política, por otro, están cada vez más entrelazadas", declaró a la AFP el director de investigación política de Savanta, Chris Hopkins.
"Musk ya no es sólo un comentarista muy crítico de la vida política británica, sino un actor destacado", admitió el viernes el columnista Patrick Maguire en el Times.
Hungría y Rumania
Elon Musk se reunió con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, una figura clave de la derecha radical, cuando este último visitó a Donald Trump en Florida a principios de diciembre. Y también calificó de "dictadores" a los jueces constitucionales que anularon las elecciones presidenciales en Rumanía, en medio de sospechas de injerencia rusa a favor de un candidato nacionalista.
Además Musk respalda a la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, la líder más derechista del país desde 1945, que lo considera un "genio", una opinión diametralmente opuesta a la de muchos en la Comisión Europea, luego que Musk dijera que ese organismo "tiene un funcionamieno antidemocrático", y reclamara un mayor protagonismo para el Parlamento Europeo.
Desde esos cortocircuitos, el ejecutivo europeo mantiene su mirada crítica en los alcances de la red social X, que se expone a multas por las afirmaciones de Musk. Incluso acusan de "engañar" a los usuarios con la marca de verificación azul que supuestamente garantiza fuentes de información fiables.
Una excomisaria europea, Vera Jourova, calificó sin medias tintas a Musk como "un promotor del mal" en una entrevista, y en diciembre dos investigadores del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), José Ignacio Torreblanca y Giorgios Verdi, predijeron que Musk "podría utilizar su plataforma para movilizar a ciudadanos y partidos de extrema derecha" contra los líderes europeos "que se animen a mantener la ofensiva contra X".
Política y negocios
Son muchos los analistas que consideran que las iniciativas políticas del hombre más rico del mundo están estrechamente ligadas a sus intereses económicos. "Musk y Trump creen que la democracia, el debate, el desacuerdo y los sistemas de bienestar estatal se interponen en el camino de los negocios", señala Ilan Kapoor, profesor de la Universidad de York en Toronto, conocido por sus investigaciones críticas sobre el neoliberalismo.
"Por eso ven con buenos ojos formas de gobierno más autoritarias, que creen que pueden funcionar de manera más eficiente, eliminando la oposición política y reduciendo el papel del gobierno", añade Kapoor
La contradicción, según Kapoor, "es que más allá de lo que diga, Musk y Trumpo necesitan mucha intervención estatal cuando se trata de imponer su agenda de ley y orden'".
Scholz: "Declaraciones errátocas de un millonario..."
Scholz habló de "declaraciones erráticas" de Elon Musk y cuestionó con dureza el apoyo del multimillonario estadounidense al partido de extrema derecha AfD, en una entrevista publicada este sábado.
"En Alemania, todo está sucediendo de acuerdo a la voluntad de los ciudadanos, y no de acuerdo a las declaraciones erráticas de un multimillonario estadounidense", declaró a la revista Stern el dirigente alemán, a un mes y medio de las elecciones parlamentarias anticipadas previstas para el próximo 23 de febrero.
Scholz abogó porque se mantuviera la calma frente a los dichos de Musk, que tal como cita la revista Stern, lo llamó "loco" a principios de noviembre y luego "imbécil incompetente" el 20 de diciembre antes de atacar al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, a quien tildó de "tirano". Scholz considera que el apoyo de Musk a la AfD, "un partido que aboga por un acercamiento a la Rusia de Putin y quiere el debilitamiento de los lazos transatlánticos", es "mucho más problemático que estos insultos".