A nadie escapa la terrible situación social que atravesamos. Tampoco las consecuencias económicas de corto plazo de las medidas de Milei. No abundaremos al respecto. Pero, además, vemos con preocupación las secuelas de este proyecto “libertario” a mediano y largo plazo. En aspectos esenciales para la posibilidad de alcanzar un desarrollo nacional productivo, soberano, con justicia y movilidad social ascendente; de una república con verdadera democracia.
Por ejemplo, nos angustia y enoja:
- Los ataques a la universidad pública, a la ciencia y al desarrollo tecnológico propios.
- El desprecio por la situación alimentaria, sobre todo en millones de niños y niñas, en un país productor de alimentos.
- El cinismo hacia los derechos humanos, y la reivindicación de militares condenados por delitos de lesa humanidad.
- El ataque al feminismo y a las diversidades. El cuestionamiento hacia la visibilización de las desigualdades de género y el desmantelamiento de las políticas públicas específicas.
- Los ataques a la libertad de prensa.
- El intento de regalar nuestros recursos naturales y de desindustrializar, concentrar y extranjerizar la economía.
- El alineamiento con la peor derecha mundial.
En definitiva, rechazamos al autoproclamado León, que se cree Rey. Ese que enaltece la libre competencia del mercado, cual Ley de la Selva, cuando no es ni más ni menos la ley del más fuerte. Ese que cuestiona la comunidad y la solidaridad endiosando el individualismo y la agresión.
Todo esto que está sucediendo en nuestra Patria nos convoca a la necesidad de generar espacios de encuentro, de debate fraternal sobre la unidad y reconstrucción, desde ahora mismo, de un espacio político popular y progresista; de hombres y mujeres a los que le duela lo que hoy sucede en el país. Donde la dirigencia ponga por delante el proyecto colectivo de país que queremos y no su interés personal.
Hay que denunciar y frenar las políticas de Milei. Hay que agruparse para ello, porque la unidad hace la fuerza.
En ese camino de unión en la resistencia a este gobierno, además, en las próximas elecciones debemos ser capaces de poner en minoría a la derecha en el Congreso. Este pueblo y esta nación necesitan hombres y mujeres con ideas de progreso en el parlamento, que confronten con las que vienen de las cavernas y las derroten. Por eso aspiramos a unir al progresismo bonaerense y al de todo el país, buscando una nueva representación firme, coherente y con un sentido social acorde a las necesidades de este momento.
(*) Dirigente de Libres del Sur
