El supertifón Man-yi, que llegará a Filipinas a última hora de este sábado y el domingo, se ha intensificado con vientos de hasta 240km/h, por lo que ya se lo considera "potencialmente catastrófico" y unas 650 mil personas han evacuado sus casas buscando lugares más seguros.
"Man-Yi es la sexta tormenta en azotar Filipinas en el último mes, el saldo ha sido de 163 muertos, miles de personas sin hogar, sin cosecha y perdiendo su ganado", señaló un vocero oficial, pidiendo a los habitantes de la región de Bícol que "evacúen la zona y se pongan a salvo antes que sea tarde".
"Se perfila una situación potencialmente catastrófica y mortal en el noreste de la región de Bícol", declaró la agencia meteorológica en su última actualización, empleando el nombre local de 'Pepito' la tormenta y refiriéndose a la parte sur de la isla principal, Luzón, como el área de mayor riesgo.
El gobierno repitió este sábado a la población que haga caso de las advertencias y busque refugio en los centros de evacuación, o en las construcciones más seguras. Sucede que miles de personas viven en Filipinas en construcciones con paredes de chapa, que resultan fácilmente destruidas con tifones de esta magnitud.
"Si es necesaria una evacuación preventiva, llevémosla a cabo y no esperemos a la hora de peligro para evacuar o buscar ayuda, (...) estaremos poniendo en peligro no sólo nuestras vidas, sino también las de nuestros rescatadores", declaró Marlo Iringan, subsecretario de Interior en la TV local.
En la provincia de Albáy, Myrna Perea, su marido y sus tres hijos se refugiaron en un aula con otras nueve familias tras recibir la orden de abandonar su casa, de condiciones precarias.Los cinco compartieron un colchón bajo el único ventilador que colgaba del aula. "Aunque la casa quede destruida, lo importante es no perder a un miembro de la familia", declaró Perea, de 44 años.
Los científicos afirman que el cambio climático incrementa la intensidad de las tormentas, provoca lluvias más intensas, inundaciones repentinas y ráfagas de viento más violentas. Cada año, una veintena de grandes tormentas y tifones azotan Filipinas o sus aguas circundantes, matando a decenas de personas, pero es raro que se produzcan varios fenómenos meteorológicos de este tipo en un breve espacio de tiempo.
AFP/HB