En su tradicional discurso de inicio de año, el Papa Franciso se refirió a la situación Venezuela y pidió que se respeten los derechos de todos los ciudadanos y de las personas detenidas en los últimos meses. Además reclamó el fin de cualquier tipo de violencia y pidió que se establezca un diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
Venezuela atraviesa hoy una jornada clave, en la que la oposición busca evitar que Maduro sea juramentado como presidente y comenzar formalmente su sexto mandato. La líder opositora María Corina Machado convoca a una masiva manifestación en Caracas y reclama que Edmundo González Urrutia sea reconocido como el presidente legítimo de Venezuela.
La ciudad se encuentra militarizada y el centro de Caracas, donde se está el palacio presidencial y la mayoría de las sedes de los poderes públicos, fue convertido en una fortaleza militar. Desde la semana pasada hay un patrullaje permanente y en la zona hay centenares de agentes de seguridad fuertemente armados.
En este marco, el Sumo Pontífice expresó su preocupación por "la grave crisis política en la que se debate" el país caribeño y consideró que “solo podrá ser superada con la adhesión sincera a los valores de la verdad, la justicia y la libertad, a través del respeto a la vida, a la dignidad y a los derechos de cada persona, incluidos los de quienes han sido arrestados a causa de los sucesos de los últimos meses". El largo discurso fue leído por un colaborador de la Santa Sede, ya que el Papa explicó que continúa “resfriado”.
Las detenciones de los últimos días en Venezuela
En la última semana, dirigentes opositores denunciaron una nueva ola de detenciones. "Solo esta semana nos han reportado a Foro Penal 18 nuevos detenidos con fines políticos en Venezuela", indicó en la red social X Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal, que lleva una prolija documentación de los arrestos por razones políticas.
Entre ellos se encuentra Carlos Correa, reconocido activista por la libertad de expresión, y Enrique Márquez, quien fuera candidato por un partido minoritario en las últimas elecciones. Desde el Gobierno reconocieron el arresto de Márquez y lo vincularon con un supuesto "golpe de Estado" que contemplaba la juramentación de González Urrutia en una embajada de Venezuela en el exterior.
Además, González Urrutia denunció el martes el "secuestro" de su yerno, Rafael Tudares, que fue detenido por militares encapuchados cuando llevaba a sus hijos a la escuela.
El lunes, el Gobierno había reconocido que tiene más de 120 extranjeros detenidos acusados de cometer “actos desestabilizadores”. En ese listado se encuentra el gendarme argentino Nahuel Gallo detenido desde el 8 de diciembre.
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