El Papa Francisco visitó este jueves la cárcel de Regina Coeli, en Roma, para celebrar el Jueves Santo con un grupo de presos, una tradición que cumple desde el inicio de su pontificado. El encuentro tuvo lugar a pesar de que su salud aún está en proceso de recuperación, luego de su hospitalización por neumonía bilateral.
A las 15:00 horas locales, el Papa Francisco llegó a bordo de un coche a la penitenciaría de Regina Coeli, ubicada en el barrio de Trastevere. Recibido por la directora del centro, Claudia Clementi, y personal del lugar, el Pontífice mantuvo un encuentro con unos 70 presos.
Aunque su participación en este acto de conmemoración de la Última Cena estaba en duda por su reciente convalecencia, el Papa decidió mantener la tradición, a pesar de haber faltado a la misa Crismal en la Basílica de San Pedro, una de las principales ceremonias que abren el Triduo Pascual.
La tradición de cada Jueves Santo
La visita, que no fue confirmada hasta el último momento, se suma a una serie de encuentros con comunidades vulnerables que Francisco ha realizado todos los Jueves Santos desde el inicio de su pontificado, con la excepción de los años de la pandemia.
En 2013 estuvo en la cárcel de menores de Casal del Marmo, en 2014 al centro de ancianos y discapacitados de la Fundación don Carlo Gnocchi en el barrio periférico de Casalotti, en 2015 a la cárcel de Rebbibia; en 2016 al centro de refugiados de Castelnuovo di Porto y en 2017 a la prisión de Paliano.
En 2019 volvió a una cárcel, a la del municipio romano de Velletri, en 2022 a la de Civitavecchia, en 2023 regresó a Casal del Marmo y el año pasado al módulo de mujeres de Rebbibia.
En 2018, visitó también la cárcel de Regina Coeli, pero este año, la visita tiene un tono aún más significativo, dada su reciente recuperación tras pasar 38 días en el hospital debido a una neumonía bilateral.
La Santa Sede no había confirmado oficialmente la cita por razones relacionadas con el estado de salud del Papa, quien sigue en proceso de recuperación. Sin embargo, tras su salida del hospital el 23 de marzo, Francisco ha empezado a retomar paulatinamente sus funciones.
Ayer, por ejemplo, recibió a un grupo del Hospital Gemelli, donde fue tratado, en lo que representó su primer encuentro privado con un grupo grande de personas desde su convalecencia.
Pese a las limitaciones de su salud, Francisco continúa delegando ciertos ritos y ceremonias, como el Vía Crucis de este Viernes Santo, que será presidido por el cardenal Baldassare Reina.
Sin embargo, el Papa ha sido el autor de los textos para las meditaciones del tradicional acto, reafirmando su presencia espiritual en la Semana Santa, incluso cuando físicamente no pueda participar en todos los actos.
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