Donald Trump sobrevivió a un atentado en Pensilvania, la noticia tiene impacto mundial y apenas una bala le rozó la cabeza hiriéndolo en su oreja derecha. Sin embargo, esa circunstancia fortuita, casi providencial, para el líder republicano significó una salvación casi milagrosa, pero resultó letal para un asistente entre público que lo escuchaba. Es que uno de los disparos que el tirador desde un techo cercano hizo intentando matar a Trump, siguió su curso e impactó en la cabeza a un asistente en las gradas, matándolo en forma instantánea.
Un testigo del tiroteo en el mitin republicano contó detalles como "el hombre que estaba a mi lado recibió un tiro en la cabeza, de las balas que le disparaban a Trump".
"Escuché varios disparos, de pronto giro y veo que el hombre que estaba a mi lado había recibido un disparo en la cabeza y cayó hacia el fondo de las gradas...", contó el testigo, identificado solamente como Joseph, a un equipo de la cadena NBC News.
"Fue horrible, el hombre quedó en la trayectoria de los disparos a Trump y murió casi en el acto, los demás no podíamos hacer nada, todo era caos...", agregó sobre ese momento de desesperación. Trump al darse cuenta de que había sido herido atinó a arrojarse al piso, y enseguida varios agentes del Servicio Secreto lo cubrieron con sus cuerpos ante la eventualidad de que el atacante hiciera más disparos.
Las manchas de sangre en los escalones de las quedaron como atroz testimonio del ataque, y se aguarda ahora que la policía informe la identificación de la víctima inocente del ataque, y de su asesino, que según reportan la mayoría de las cadenas americanas fue abatido por el Servicio Secreto.
HB
