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Nuevo parte médico

Tras las dos crisis respiratorias, el Papa "durmió toda la noche" pero el pronóstico sigue reservado

El Vaticano señala que el Papa, quien lleva 19 días internado, continúa recibiendo tratamiento, pero nadie se atreve a predecir cuánto más durará su recuperación de la neumonía. "Esto va a ser muy largo”, señalaron.

Papa Francisco
Papa Francisco | Archivo de NA

Tras dos días con condiciones clínicas “estables”, la salud del papa Francisco presentó una nueva complicación el lunes, al sufrir dos crisis respiratorias agudas, lo que obligó a recurrir de nuevo a la ventilación mecánica no invasiva. Esto significa que tuvo que volver a usar el dispositivo con máscara que cubre nariz y boca, que el domingo había logrado quitarse. “El Papa durmió toda la noche, ahora sigue descansando”, informó este martes su portavoz, Matteo Bruni, sin proporcionar más detalles.

El parte elaborado por el equipo médico que atiende al Sumo Pontífice en el hospital Gemelli, difundido poco antes de las 19 horas locales, indicó que “el Santo Padre ha presentado hoy dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, provocados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo. Por lo tanto, se realizaron dos broncoscopias que requirieron aspiración de secreciones abundantes. Por la tarde se reanudó la ventilación mecánica no invasiva”.

“El Santo Padre siempre se ha mantenido vigilante, orientado y colaborador. El pronóstico sigue siendo reservado”, concluyó el parte.

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Fuentes del Vaticano resaltaron que las crisis respiratorias, ocurridas por la tarde, fueron superadas. Además, subrayaron que este tipo de situaciones suelen ser "normales" dentro del cuadro clínico complejo que los médicos han descrito desde el inicio del ingreso de Francisco, quien lleva 19 días internado.

“Claramente la acumulación de muco es una consecuencia de la neumonía bilateral: es una reacción de los pulmones a las bacterias presentes en los bronquios, que intentan eliminar y entonces se genera un espamo”, señalaron. “Esto hace que el paciente respire mal porque intenta expulsar lo que hay adentro y molesta”, agregaron, al subrayar que lo sucedido tampoco es un “elemento nuevo”, sino consecuencia del complejo cuadro general.

La misma fuente destacó que, a diferencia de la crisis de broncoespasmo ocurrida el viernes pasado, no hubo inhalación de vómito. En este caso, las dos crisis respiratorias fueron provocadas por los bronquios que intentaban expulsar el moco, lo cual fue aspirado mediante una sonda.

Indicaron, también, que los parámetros sanguíneos del paciente ilustre seguían siendo estables y con globulos blancos bajos, lo que indica que no se trata de una infección que está creciendo, sino consecuencia de la infección en curso en los pulmones.

A diferencia de una tarde que pareció marcar un nuevo retroceso, la mañana de Francisco transcurrió de manera tranquila. Al igual que en los días previos, el vocero papal, Matteo Bruni, comunicó a primera hora que el Papa había “descansado bien toda la noche”.

Posteriormente, se supo que el Papa se había despertado, desayunado, leído algunos diarios y continuaba con su tratamiento. Algunos especularon que este mejor descanso podría estar relacionado con el hecho de que, según se había informado el domingo, ya no necesitaba ventilación mecánica no invasiva y había vuelto a usar las cánulas nasales de alto flujo de oxígeno, un método más suave y cómodo.

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Aunque el parte del domingo fue tranquilizador, dado que por segundo día consecutivo había dicho que las condiciones clínicas del Papa eran “estables”. Pero este lunes, todo volvió a complicarse.

Annalisa Bilotta, médica del hospital Internacional Salvator Mundi, comentó que “el problema es que el parte médico no dice cómo está evolucionando la neumonía, no dice si la terapia con antibióticos que le están dando está funcionando, o no... Lo único que puedo decir es que esto va a ser muy largo”, indicó a La Nación.

El Vaticano mantiene una comunicación constante sobre su evolución con dos partes diarios: uno matutino sobre cómo pasó la noche y otro vespertino con actualizaciones médicas. Sin embargo, nadie se atreve a hacer pronósticos sobre cuánto tiempo más necesitará el Papa para recuperarse de su neumonía, en un contexto marcado por altibajos cada vez más frecuentes e impredecibles.

El Papá pidió "escuchar atentamente el aporte del conocimiento científico"

Previo al parte, el Vaticano también difundió un mensaje enviado por el Papa a los asistentes de la asamblea general de la Pontificia Academia para la Vida, que se está celebrando estos días bajo el tema “¿Fin del mundo? Crisis, responsabilidad y esperanzas”.

El Papa, en el mensaje, reflexionó sobre el término de la “policrisis” puesta bajo los reflectores, que “evoca la dramaticidad de la coyuntura histórica que estamos viviendo, en la que convergen guerras, cambios climáticos, problemas energéticos, epidemias, fenómeno migratorio, innovación tecnológica”.

“El entrelazamiento de estas cuestiones críticas, que afectan simultáneamente diferentes dimensiones de la vida, nos lleva a cuestionarnos sobre el destino del mundo y nuestra comprensión del mismo”, indicó.

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“El primer paso para dar, es examinar más detenidamente cuál es nuestra representación del mundo y del cosmos. Si no hacemos esto y si no analizamos seriamente nuestra profunda resistencia al cambio, tanto como personas como sociedad, seguiremos haciendo lo que hemos hecho con otras crisis, incluso las muy recientes”, señaló.

“Pensemos en la pandemia de Covid: la hemos ‘desperdiciado’, por así decirlo; podríamos haber trabajado más profundamente en la transformación de las conciencias y de las prácticas sociales”, destacó.

“Y otro paso importante para no quedarnos inmóviles, anclados en nuestras certezas, nuestros hábitos y nuestros miedos, es escuchar atentamente el aporte del conocimiento científico. El tema de la escucha es decisivo. Es una de las palabras clave de todo el proceso sinodal que hemos iniciado y que ahora se encuentra en su fase de implementación”, subrayó.

En este marco y esto fue lo más importante, subrayó que debe reelaborarse nuestro modo de entender la “creación continua”, “sabiendo que la tecnocracia no nos salvará”.

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Apoyar una desregulación planetaria utilitarista y neoliberal significa imponer la ley del más fuerte como única regla; y es una ley que deshumaniza”, advirtió, aludiendo claramente a la nueva ola de ultraderecha en auge en varias partes del mundo, incluida su madre patria.

El Papa lamentó, además, una “progresiva irrelevancia de los organismos internacionales, que también se ven socavados por actitudes miopes, preocupadas por proteger intereses particulares y nacionales”. Y llamó a construir “organizaciones globales más eficaces”, para promover “un multilateralismo que no dependa de circunstancias políticas cambiantes ni de los intereses de unos pocos y que tenga una eficacia estable”. “Esta es una tarea urgente que concierne a toda la humanidad”, insistió.

En medio de un clima nuevamente cargado de ansiedad y preocupación debido al último parte médico, el cardenal estadounidense Robert Prevost, con amplia experiencia en América Latina, guió esta noche la maratón de rezos del rosario por la salud del Santo Padre. Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, es considerado un posible candidato papable.

LT