Una familia estadounidense quedó varada durante tres días en una ruta casi intransitable del norte neuquino, sin comida ni provisiones. Su rescate fue posible gracias a un alerta satelital que dio aviso a las autoridades locales que inmediatamente se dirigieron al lugar y los encontraron con vida.
La pareja y su hijo de Estados Unidos estaban haciendo turismo en el norte neuquino. La familia, que había explorado diversas maravillas de la región, se quedó atascada en una pendiente de la Ruta Provincial 53, en medio de una zona rural cordillerana.
"El camino estaba horrible, mucho barro, pero decidieron ir igual. Se iban a dirigir hacia el Salto del Agrio, dando la vuelta y después de ahí nuevamente a Ushuaia. Pero se quedaron enterrados, en medio de la nada con el Jeep y a varios kilómetros de Barrancas", contó Naomi Sánchez, segunda jefe de Bomberos Voluntarios de Buta Ranquil. La familia se encontraba a varios kilómetros de Barrancas, la localidad más cercana, y quedó completamente aislada en su Jeep equipado.
La alerta satelital y el operativo de rescate
Durante su estancia en el vehículo, la familia enfrentó la falta de alimentos y agua, pero no se comunicaron con las autoridades locales. En cambio, lograron contactar a un pariente en Estados Unidos, quien envió sus coordenadas exactas a los servicios de emergencia.
"Nos avisan del Centro de Operaciones Policiales (COP) que habían recibido un llamado desde Estados Unidos alertando de unos turistas que se encontraban varados en una zona cordillerana de nuestra jurisdicción. Esta gente no tenía celulares, pero andaba por ahí con un equipo digital que transmitió las coordenadas", explicó el comisario Raúl Olave. "Eso les salvó la vida", señaló.
El alerta fue recibido el martes por la mañana, y rápidamente se organizó un operativo de rescate que involucró a personal policial, bomberos y lugareños rescatistas. "No fue difícil ubicarlos. De forma inmediata armamos la comisión y, con vehículos de bomberos, pudimos llegar al lugar. Estaban enterrados dentro del Jeep", informó Olave.
A pesar de las barreras del idioma, el equipo de rescate logró comunicarse con la familia a través de un familiar que hablaba español. Una vez localizados, se les proporcionaron alimentos y bebidas. "Estaban con hambre porque hacía tres días que no comían. Les dimos unos sanguchitos, jugo y agua. Estaban muy agradecidos", agregó Naomi.
El rescate no fue sencillo, ya que el vehículo se encontraba en un área conocida como "Los Barros Malos", donde las condiciones del terreno hacen que sea imposible transitar. Finalmente, tras varios esfuerzos con palas y cuerdas, el Jeep fue desenterrado.
"No es sencillo salir de turismo sin conocimiento de los lugares, porque los inviernos son muy crudos en la zona, y quedan en mal estado algunas rutas", advirtió el comisario Olave.
Y agregó: "Ese vehículo estaba justo en el tramo que llamamos 'Los Barros Malos', porque es imposible cruzar para allá. Todo se estanca. Hay que esperar a que mejore el clima y que pueda trabajar la gente de Vialidad para abrir los caminos. Transitarlos en ese estado es imposible".
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