Daniel Lipovetsky participó de una conferencia de prensa virtual organizada por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación, en la que cuestionó el manejo de la pandemia por parte de Alberto Fernández y comparó el Olivosgate con la fiesta que celebró Elisa Carrió. “No se puede comparar el cumpleaños de Olivos con la fiesta de Carrió. Son casos muy diferentes y hay que ponerlos en el contexto en el que ocurrieron cada uno”, sostuvo.
El diputado provincial de Juntos por el Cambio también denunció la inseguridad en la provincia de Buenos Aires y cuestionó al gobierno de Axell Kicillof. “A Berni solo lo vemos haciéndose el Rambo por televisión, pero no se lo ve resolviendo los problemas de inseguridad de los bonaerenses”, sostuvo Lipovetzky en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿El Olivosgate impactará en la elección?
—Yo te puedo decir lo que veo de acuerdo a lo que hablo con la gente. Veo un impacto negativo de la foto en la gente, sobre todo, por haber hecho lo contrario a lo que el mismo Presidente pidió. El Gobierno planteó una cosa e hizo lo contrario. Y eso, por supuesto, tiene un impacto muy fuerte, sobre todo, para mucha gente que vivió traumáticamente la cuarentena desde el año pasado. Desde quien no pudo despedir a un familiar, al que no pudo hacer un festejo de cumpleaños de un ser muy querido. También, desde lo económico. Además, hay un montón de otras razones por las cuales la gente va a votar en contra del Gobierno y a favor de los candidatos de Juntos.
—¿Le generó la misma indignación la foto del cumpleaños de Carrió?
—Yo creo que son momentos en épocas muy distintas. El cumpleaños de Olivos se dio en una situación de prohibiciones y controles muy estrictos, ese era el planteo que había hecho el Gobierno. El cumpleaños de Carrió pasó en otro momento muy diferente, que fue en diciembre, donde había muchísima más flexibilización. Por lo tanto, no creo que puedan igualarse las situaciones de un caso y del otro. No se puede comparar el cumpleaños de Olivos con la fiesta de Carrió. Son casos muy diferentes y hay que ponerlos en el contexto en el que ocurrieron cada uno.
—En declaraciones recientes usted dijo que hay una decisión política de dejar liberada la inseguridad en determinados territorios de la provincia de Buenos Aires. ¿Qué responsabilidad le atribuye a Sergio Berni?
—Necesitamos muchas explicaciones del ministro Sergio Berni y del gobernador Axell Kicillof. Hay un montón de cosas que deberíamos preguntarle a Berni. ¿Qué está haciendo para apaliar o para mejorar la situación de la inseguridad? Porque la verdad que no se los ve haciendo nada. A Berni solo lo vemos haciéndose el Rambo por televisión, pero no se lo ve resolviendo los problemas de inseguridad de los bonaerenes. ¿Qué se hizo con el Fondo de Seguridad que recibió la provincia de Buenos Aires otorgado por el Presidente con la quita de los puntos de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires? Sobre todo, le preguntaría que está haciendo porque no se lo ve haciendo nada.
—Luego de la Ley de Alquileres, que usted promovió, hubo quejas tanto de inquilinos como de propietarios por la suba de alquileres y la retracción del mercado inmobiliario. ¿Hace algún tipo de autocrítica?
—La Ley de Alquileres fue un proyecto que trabajamos cuatro años en el Congreso, entendiendo que era necesario mejorar la situación que planteaban la mayoría de los actores involucrados. Desde el gobierno de Mauricio Macri se organizó una mesa de trabajo en donde participaban diferentes sectores con el entendimiento de que era necesario una ley que llevara a regular algunas cuestiones para mejorar la relación entre inquilino y propietario. Sin lugar a dudas, la ley entró en vigencia en un muy mal momento. Ahora, atribuir que los precios de los alquileres aumentaron por la ley, me parece que tiene algún error conceptual desde el punto de vista de lo que estamos viviendo hoy en la Argentina. Tenemos un 50% de inflación, por lo tanto, el problema no está tanto en la ley sino está en la falta de un plan económico por parte del Gobierno.
—¿Qué sintió cuando se enteró del lanzamiento de los Premios Lipovetzky, que destacan a las peores iniciativas legislativas?
—La verdad es que no me gustó. Me sorprendió porque lo hace una fundación en la que muchos de sus dirigentes participan de las propuestas de la lista de Ricardo López Murphy. Yo creo que es un gran error. Yo trabajé mucho este año y medio junto a otros dirigentes para mantener la unidad de nuestro espacio político. Y la verdad es que no entiendo a esta gente, que está dentro de Juntos y critican a un dirigente que también está en el mismo espacio. Además, afecta mi nombre, mi honor, mi trayectoria. Así que estoy analizando ir a la justicia también.
—¿Diego Santilli debería aceptar participar de un debate con Facundo Manes?
—Yo creo que las PASO son el mecanismo que tenemos para definir las candidaturas para la elección definitiva, que es la de noviembre. Y me parece que el debate debe darse una vez que estén definidos quiénes van a ser los candidatos de cada espacio político, porque es un debate sobre todo de ideas y de diferentes propuestas. Coincido con Diego en ese caso.
—¿Por qué María Eugenia Vidal no acepto ser candidata en la provincia de Buenos Aires?
—María Eugenia ya había sido vice jefa de Gobierno, por lo tanto, tenía gran parte de su desarrollo, trabajo político y público en la Ciudad de Buenos Aires. Cualquiera de las dos opciones eran válidas. Ella sentía que era importante apuntalar a Horacio Rodríguez Larreta desde la Ciudad. Por eso, decidió competir en esa jurisdicción. Lo que es erróneo es cuando se habla de que María Eugenia estuvo el último año y medio ausente de la política bonaerense. Yo te lo puedo decir con conocimiento de causa, soy integrante del bloque de la provincia, María Eugenia estuvo muy presente con nosotros en cada una de las decisiones que tuvimos que tomar como bloque.
—Usted empezó su carrera política como asesor de Antonio Cafiero. ¿Qué diría hoy Antonio Cafiero sobre su nieto Santiago Cafiero?
—Trabajé muchos años con Antonio. Mis dos padres en la política fueron Antonio Cafiero y mi padre, un militante político y abogado defensor de los Derechos Humanos. De los dos aprendí un montón. Antonio estaba muy orgulloso de sus nietos porque era un amante de la política, era un político de raza. Hoy estaría orgulloso del rol que tiene Santiago pero sería muy crítico de las políticas de este gobierno. Antonio Cafiero no tenía empacho en ser crítico de un gobierno que no fuera de su propio espacio. Yo trabajé con él en los 90 y él fue muy crítico del menemismo. Incluso, en ese momento escribió “El peronismo que viene”, que fue un libro que planteaba cuál debía ser el peronismo del futuro y, claramente, el peronismo que él imaginaba no era el kirchnerismo, sin lugar a dudas.
—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevista de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar elreportaje con un comentario final.
—El agradecido soy yo. Fue un placer, muy interesante todas las preguntas. Estamos muy cerca de las elecciones y nosotros tenemos un desafío electoral enorme que es representar este enojo que hay de mucha gente con el Gobierno. Muchos que nos votaron en el 2019 y muchos que no nos votaron y se dan cuenta que el Gobierno no cumplió con ningunas de sus expectativas. En ese marco van a buscar en Juntos expresar esa vocación. Está en nosotros tener la responsabilidad de representar esa visión.
Por Jorge Gutiérrez Jiménez, Gabriela Fernández Rosman y Gustavo Winkler
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Escuela de Comunicación
