La lavandina, uno de los héroes en este lío. Ya sea para limpiar el piso o los zapatos cuando venimos de la calle, como para enjuagar en dosis mínimas frutas y verduras, este fuerte oxidante es hoy una de las grandes ayudas para disolver las gotículas del coronavirus. En tiempos de pandemia, no solo aumentó su consumo, sino también su mal uso.
Según explicaron desde la Asociación Toxicológica Argentina, dicho incremento es del 30 por ciento. "Las consultas que recibimos en los centros de toxicología aumentaron un 30 por ciento por ingestión y exposición al hipoclorito de sodio", explicó el doctor Mariano Díaz, miembro de la Asociación.
Las consultas en los centros de toxicología son por ingestión y exposición
Los especialistas advierten que las mezclas del hipoclorito de sodio (NaClO) disuelto en agua, con alcohol, vinagre o detergente en lugares cerrados, puede producir daños graves en el organismo de las personas.
Por otro lado no todas las lavandinas son iguales, algunas se pueden utilizar para limpiar alimentos y otras no. Es por eso que es de mucha importancia leer las instrucciones que aparecen en el envase. "Muchas personas confunden las disoluciones o usan lavandinas que no corresponden, por ejemplo las de ropa blanca", agregó Díaz.
Se sabe además que el uso excesivo de lavandina pude no solo generar intoxicaciones sino también causar quemaduras. Son varios los que utilizan el rociador con agua y lavandina sin guantes, haciendo muchas veces que el producto caiga sobre las manos.
CP