Este miércoles se llevó a cabo una nueva marcha en apoyo a los jubilados, con la participación de organizaciones sociales, piqueteros y partidos políticos, en los alrededores del Congreso de la Nación. Como en ocasiones anteriores, la policía aplicó con firmeza el protocolo antipiquetes, lo que generó empujones, escenas de violencia y un intenso contacto físico entre el cordón policial, la vereda y la calle.
Según los informes, se utilizó gas pimienta contra algunos manifestantes y, al menos, dos personas fueron detenidas.
Aunque los manifestantes lograron llegar hasta la entrada del Congreso, los efectivos de Infantería rápidamente detuvieron su avance. Uno de los manifestantes fue inmovilizado entre las vallas y las paredes, y detenido por la Policía Federal Argentina. También fue detenida una mujer, acusada de agredir a un policía, según fuentes cercanas.
La intensidad de los enfrentamientos disminuyó poco después de la intervención policial, aunque los manifestantes lograron cortar dos carriles de la avenida Rivadavia. En respuesta, los efectivos formaron un cordón policial y, utilizando escudos, evitaron que los manifestantes avanzaran sobre la calle.
Más tarde, con la llegada de nuevos manifestantes, se activó el “Protocolo para el Mantenimiento del Orden Público ante el Corte de Vías de Circulación”. Sin embargo, la situación se calmó ligeramente cuando los manifestantes, incluidos los grupos de la UTEP y Patria Grande, comenzaron a dirigirse hacia Plaza de Mayo, como se había acordado.
También se movilizaron las organizaciones de izquierda que estaban en la Plaza de los Congresos, como la CTA Autónoma, y los docentes universitarios de CONADU, quienes se sumaron a la protesta en el marco de un paro y reclamos salariales.
En este punto, la Policía de la Ciudad permitió el paso de los manifestantes, dejando libre un carril en la avenida Rivadavia, mientras que Gendarmería esperaba en las cercanías de Plaza de Mayo, donde no hubo altercados.
Las demandas que sostienen la lucha de los jubilados
Además de expresar los reclamos habituales, la movilización de este miércoles anticipa la protesta que la CGT prepara para el 30 de abril por el Día del Trabajador. Se espera que esa convocatoria también lleve un mensaje fuerte contra las políticas del gobierno de Javier Milei.

“Pedimos que se termine el ajuste sobre quienes trabajaron toda su vida y hoy sufren políticas de hambre, deuda y represión”, expresaron desde las Agrupaciones de Jubiladas y Jubilados de los Miércoles, que convocaron a una movilización multitudinaria.
Desde la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) también anunciaron su apoyo: “Acompañamos a los jubilados en honor al legado del papa Francisco”. Según pudo saber este medio, los movimientos que integran ese espacio no movilizarán grandes columnas, sino que participarán con delegaciones reducidas.
Lo mismo ocurrirá con la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores.
Las agrupaciones de jubilados que marchan cada miércoles reclaman cinco puntos clave. Piden un aumento de las jubilaciones, con un piso de $1.500.000. También exigen la cobertura total de medicamentos por parte de PAMI y las obras sociales.
Además, reclaman una suba de salarios, que se ajusten por inflación, y que el mínimo, vital y móvil sea igual al costo de la canasta familiar, con paritarias libres. Rechazan la reforma laboral, defienden el trabajo registrado y el derecho a huelga. También se oponen a una reforma previsional que aumente la edad para jubilarse.

En respuesta a estas demandas, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, encabezado por Patricia Bullrich, se aseguró que las fuerzas federales mantendrán “con firmeza” el cumplimiento de las normativas vigentes, especialmente en lo que respecta a la alteración del orden público y los cortes de tránsito.
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