El FBI confirmó la identidad del atacante de Trump, pero no consiguen todavía explicar los motivos del atentado
Thomas Matthew Crooks, blanco, 20 años, registrado como republicano, fue quien desde un techo a casi 100 metros con un rifle AR-15 intentó asesinar al expresidente. Ahora buscan si alguien lo ayudó en planear el ataque, y qué lo llevó a hacerlo.
Thomas Matthew Crooks, el joven que intentó asesinar a Trump en Pensilvania, fue abatido poco después del ataque. |
Captura TV
Donald Trump ha sobrevivido a un intento de asesinato en Pensilvania. Solo sufrió una herida en una oreja, pero estuvo a centímetros de morir en un acto de campaña: su suerte por esa bala que no le dio en la cabeza significó la muerte para alguien que había ido a aplaudirlo y estaba metros más atrás en las gradas, que falleció de manera casi instantánea. Y mientras esas noticias conmueven al mundo, devolviendo a Estados Unidos a escenas de extrema violencia política, el FBI informó que el autor del intento de asesinato del expresidente Donald Trump fue Thomas Matthew Crooks, de 20 años, un joven blanco de excelentes condiciones como alumno al graduarse en secundaria, registrado incluso como republicano.
Los motivos que lo llevaron a subirse a un techo a unos 100 metros del lugar del acto e intentar asesinar a Trump son todavía un misterio, los investigadores trabajan en eso, e incluso bloquearon anoche las entradas al lugar donde vivía, en prevención de que hubiera dejado explosivos o alguna otra demencial situación peligrosa para terceros.
"El FBI ha identificado a Thomas Matthew Crooks, de 20 años, de Bethel Park, Pensilvania, como el sujeto implicado en el intento de asesinato del expresidente Donald Trump el 13 de julio en Butler, Pensilvania", indicó lacónicamente la nota oficial, citada por las cadenas NBC y CBS.
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Vestido con camisa blanca, chaqueta oscura y una gorra de color rojo con su lema "Haz que Estados Unidos sea grande otra vez", Trump criticaba la inmigración ilegal cuando se escucharon disparos a las 18H08 (22H08 GMT). "Miren lo que pasó..." decía, y cuando mostraba unos gráficos sobre inmigración se oyeron cuatro disparos seguidos.
Trump primero se sorprendió, y luego se agarró la oreja derecha, miró su mano, vio la sangre y se oía que le gritaban "¡bájate!", antes de que resonarán un quinto y sexto disparo.
El expresidente se tiró rápidamente detrás del atril, mientras los agentes del Servicio Secreto se le tiraban encima para protegerlo ante la hipótesis de más disparos. Ya entonces la gente había entrado en pánico, entendiendo que se trataba de un intento de asesinato, y en las gradas, detrás de Trump, un hombre había recibido un impacto de bala en la cabeza y moriría poco después, mientras otra persona estaba gravemente herida.
Diecisiete segundos
Fueron apenas diecisiete segundos los que transcurrieron de los primeros disparos hasta que se escuchó un último estallido, ya los gritos empezaban a ganar en desesperación. Fue entonces que los miembros de las fuerzas de seguridad fuertemente armados subieron al escenario, exactamente 22 segundos después de que comenzara el tiroteo. Los agentes del Servicio Secreto rápidamente dieron instrucciones, como "movámonos", antes de levantar a un Trump que aún herido levantaba su brazo como arengando al público, en una escena que se convertirá seguramente en una de las fotos del año, y signará su carrera política.
Incluso alcanzó a decir "Denme mis zapatos", uno de los cuales se le había salido al tirarse al piso y soportar que le cayera encima una marea de agentes del Servicio Secreto.
Habían pasado otros 13 segundos hasta que levantó ese puño hacia la multitud, que respondió con vítores. Cuando el expresidente fue sacado del escenario, con su gorra en la mano, los espectadores corearon "¡Estados Unidos!".
Trump hizo una breve pausa para levantar el puño en el aire antes de bajar del escenario. Inmediatamente antes de desaparecer en una camioneta y apenas dos minutos después de que comenzara el intento de asesinato, levantó el puño una vez más y se volvió brevemente hacia la multitud.
Cuando el coche se alejó, fuerzas de seguridad fuertemente armadas y vestidas con uniformes de color caqui llegaron al lugar. Dos francotiradores desde un techo detrás de las gradas, le dispararon a Crooks, "neutralizándolo" enseguida. Su cabeza manchada de sangre mostraba que lo habían alcanzado en la cabeza y murió casi en la misma posición de tiro en que intentó asesinar a Trump.
"Sentí la bala"
Trump contó lo que pasó a las 20H42, en un mensaje en su red Truth Social. "Me dispararon con una bala que atravesó la parte superior de mi oreja derecha", escribió Trump. "Supe inmediatamente que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala desgarrando la piel".
La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden recibió un informe inicial sobre el incidente a las 18H50. "No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia", dijo el mandatario a los periodistas en Rehoboth Beach, Delaware.
Poco antes de las 22H30 horas, la oficina de Biden dijo que había hablado con Trump y que acortaría su fin de semana en la playa para regresar a Washington.
Los motivos de Crooks, un misterio
Ya dijimos que el FBI identificó al autor de los disparos como Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, vivía en Bethel Park, Pensilvania (norte). El Servicio Secreto añadió que el atacante "efectuó múltiples disparos al escenario desde una posición elevada fuera del mitin" antes de ser "neutralizado" por los agentes.
Varios testigos aseguraron que vieron al hombre antes del tiroteo y alertaron a las autoridades. Ryan Knight, un simpatizante de Trump, declaró haber visto al atacante en un edificio cercano.
"Cuando estaba sentado allí, un tipo dijo: 'Dios mío, tenía un arma'", contó Knight a los periodistas. Un video publicado por el medio estadounidense TMZ muestra al presunto autor de los disparos en una azotea mientras sostiene un rifle.
El atacante estaba armado con un rifle semiautomático AR-15, informó la prensa.
