El despacho y el auto del juez del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, Martín Poderti, fueron allanados este miércoles a través de un gran operativo que incluyó efectivos de la Policía Federal Argentina y la Interpol. El despliegue policial responde a la investigación sobre la desaparición de 177 monedas de oro incautadas durante su tiempo como secretario del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°2 de San Isidro, cargo que ocupó hasta el año pasado.
La orden de allanamiento contra el juez Martín fue emitida por el juez Emiliano Canicoba Corra, quien además, prohibió su salida del país. Este operativo se produjo en el marco de la investigación sobre la desaparición de 177 monedas de oro, descubierta el pasado 9 de abril. La causa está radicada en el departamento judicial San Martín por la custodia de efectos. El allanamiento abarcó tanto el despacho de Poderti como su auto personal.
Aparentemente se investiga el faltante de las monedas de oro incautadas en la época en la que Poderti era secretario del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°2 de San Isidro. Poderti se desempeñó en ese cargo hasta el año último, hasta que fue designado juez para Mar del Plata por el expresidente Alberto Fernadez, 13 días antes de terminar su mandato.
Según informaron medios locales, los policías ingresaron rápidamente al Tribunal Oral Federal y se dirigieron directamente al primer piso. Aunque Martín Poderti estaba al tanto de la investigación en su contra, la velocidad del operativo lo tomó por sorpresa.
En el despacho del juez, los policías incautaron su teléfono celular y su computadora personal. Luego, se trasladaron a su automóvil, un Ford Focus, para requisarlo.
Por qué está involucrado Poderti en la investigación
Martín Poderti, quien recientemente asumió como juez en Mar del Plata junto a Roberto Minguillón para llenar vacantes liberadas por las renuncias de Néstor Parra en 2018 y Mario Portela en 2020, enfrenta ahora un escándalo. Durante su tiempo como secretario del Juzgado Federal 2 de San Isidro, 177 monedas de oro, incautadas en la "causa Sancho", desaparecieron de una caja de seguridad del Banco Nación.
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Las monedas desaparecieron el 9 de abril pasado, mientras otros objetos de valor permanecieron intactos. Este suceso desencadenó una investigación a cargo del juez Emiliano Canicoba Corral y del fiscal Paul Starc, ya que la justicia de San Isidro se excusó debido a la anterior posición de Poderti en el juzgado.
Durante la investigación se comprobó que Poderti ingresó 17 veces a la sucursal San Isidro del Banco Nación. “Firmaba el libro de visitas y colocaba su número de DNI. Muchos de los ingresos son de fechas en las que estaba de licencia”, apuntó un investigador. Con todas las pruebas reunidas, el juez ordenó este miércoles una serie de allanamientos en cuatro domicilios particulares y en dicho despacho del juez.
Además, Canicoba Corral también ordenó el bloqueo de las cajas de seguridad a nombre de Poderti y de sus dos hijos, el embargo de sus bienes hasta cubrir la suma de $190 millones, y la inhibición general para que no pueda vender el resto de sus propiedades. Eso incluye una caja de ahorro en el Banco Río, dos cajas de ahorro en dólares, y una cuenta corriente en el Banco Nación.
Quién es el juez Podetti
Poderti inició su carrera judicial en 1993, como auxiliar administrativo en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional. Luego fue jefe de despacho del Juzgado Federal 2 de San Isidro donde estuvo más de diez años como secretario. De hecho, estuvo a cargo de la causa por la polemica Fiesta de Olivos.
El 15 de julio 2000, el mismo año en que se recibió como abogado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Martín Poderti recibió una sanción por parte de la Unión Argentina de Rugby (UAR) por un brutal ataque durante un partido: fue suspendido por 5 años por pisarle la cara a un rival que tuvo que recibir 40 puntos de sutura.
Fue expulsado por el árbitro Marcelo Toscano tras lastimar a Federico Böck, tercera línea del Club Atlético San Isidro (CASI). Luego de la suspensión, no volvió a jugar.
rm cp
