El cacerolazo y banderazo convocado a través de redes sociales para este 9 de Julio se cumplió en numerosas ciudades del país, renovando los reclamos opositores contra el gobierno de Alberto Fernández, reclamándole que "no haya restricciones a la libertad y se respeten la transparencia y la democracia". Las zonas del Obelisco porteño, y luego en menor medida la zona de Plaza de Mayo, así como el frente de la Residencia Presidencial de Olivos, fueron escenarios de esas protestas, en las que se repitieron las banderas argentinas y los carteles y discursos anticorrupción, cuestionando la inminente liberación del empresario Lázaro Báez, y mezclando también en los reclamos algunos factores que tienen que ver con la cuarentena derivada del coronavirus, que ya lleva casi 4 meses y tiene todavía por delante el momento más álgido de contagios y muertes por Covid-16 en el país.
La protesta incluyó una grave cuota de incidentes en Obelisco con un móvil del canal C5N, cuyo equipo recibió agresiones y debió escapar del lugar. En el interior las movilizaciones fueron importantes en Córdoba, Rosario, Mar del Plata y otras ciudades del país, con caravanas de autos ataviados con banderas argentinas, repitiendo las consignas a favor de la libertad y contra los costos económicos que provoca la cuarentena.
En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, también hubo concentraciones en zonas del barrio de Belgrano, especialmente en Cabildo y Juramento, debiendo señalarse que la decisión judicial que habilitó la prisión domiciliaria de Báez y la intervención a Vicentin se llevaron la mayor parte de los reclamos, mientras se coreaban consignas a favor de las libertades y la democracia, apuntando de manera crítica al presidente Alberto Fernández y de manera especial a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.