La violencia y el acoso laboral tienen especificidades en cada caso, pero también patrones globales que se pueden prevenir y abordar de manera general. Con eso en mente, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó un manual de formación para empresas: “Violencia y acoso en el trabajo: guía práctica para los empleadores”.
El documento está basado en los principios del Convenio 190 de la OIT sobre la violencia y el acoso en el trabajo (2019), que Argentina ratificó en el año 2021: fue el primer país en hacerlo, de los 45 en total. En ese Convenio se define a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo como “un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género”. En tanto, explica que la violencia y el acoso por razón de género es el que “va dirigido contra las personas por razón de su sexo o género, o que afecta de manera desproporcionada a personas de un sexo o género determinado, e incluye el acoso sexual”. Todo ello, aclara, sin perjuicio de lo que cada país firmante defina en sus legislaciones locales.
La guía para empresas surge porque, a pesar de la Convención, “el problema sigue siendo generalizado: desde 2022, una de cada cinco personas en todo el mundo ha sufrido violencia y acoso en el trabajo”.
Por eso, consideran que el abordaje de esta temática “nunca ha sido tan urgente”.
En el manual hay información de contexto, estadísticas sobre la violencia en algunos países y se ofrecen ejercicios, encuestas para el personal, y estudios de caso de la vida real, que muestran cómo las empresas implementaron estas políticas y lograron reducir la violencia y el acoso en el ámbito laboral. También, explica los beneficios económicos de estas prácticas: “la OIT realizó una encuesta a casi 13.000 empresas en 70 países. Se descubrió que, de las empresas que monitorean el impacto cuantitativo de las iniciativas de diversidad de género para promover a las mujeres en puestos de gestión, casi el 74% informa un aumento en las ganancias de entre el 5% y el 20%”.
Una de cada cinco personas en todo el mundo ha sufrido violencia laboral
Por otro lado, entre las empresas encuestadas que reportaron mejoras en los resultados empresariales, “más del 60% informa una mayor rentabilidad y productividad. Estas cifras son significativas, considerando las medidas que muchas empresas adoptan para lograr incrementos de apenas 2-3% en sus márgenes”.
El documento señala que, si bien la violencia y el acoso en el trabajo impacta sobre el conjunto de los trabajadores, “las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por la violencia y el acoso sexual. Por otro lado, los hombres parecen verse más afectados por la violencia y el acoso físico, mientras que tanto mujeres como hombres se ven igualmente afectados por la violencia y el acoso psicológico”.
También destaca que el auge de los movimientos feministas y por la igualdad de género ayudó a colocar el tema en la agenda de las compañías.
Al finalizar el curso, promete la guía, “las empresas sabrán qué es lo que constituye la violencia y el acoso en el trabajo y dispondrán de las herramientas necesarias para evaluar los riesgos, identificar los casos y mejorar sus políticas y prácticas existentes”.
Casi el 74% de las empresas que aplicaron políticas inclusivas subió sus ganancias
Para que la formación sea efectiva y valiosa, resaltan, “es fundamental adaptar el contenido al conocimiento, la experiencia y las expectativas de los participantes”. Para eso se requiere tener un conocimiento básico sobre el grado de formación de los participantes en temas de violencia y acoso en el trabajo.
“Algunas empresas pueden haber formado ya a su personal sobre violencia y acoso. En tales casos, los formadores deben investigar qué temas se cubrieron. Otras empresas pueden haber enfrentado incidentes específicos de violencia y acoso, y es posible que el personal sea consciente de ello. Los formadores deben informarse sobre estos incidentes, cómo se comunicaron al personal y cuáles fueron sus reacciones”. Para audiencias con “conocimientos más avanzados”, se pueden obviar los primeros módulos del manual, que está disponible para descargar en la página web de la organización.