
Itzhak Perlman: La música que se hace con lo que queda
Todo transcurría como de costumbre, hasta que, en medio de la interpretación, una de las cuerdas de su violín se rompió. El chasquido seco se escuchó con claridad en toda la sala. Saltó como un disparo y atravesó el auditorio. No había lugar a dudas sobre lo que ese sonido significaba.
Rafael Jashes *