Roberto Lavagna va a ser el candidato a presidente en 2019 de una coalición que represente al Peronismo no K, sectores del radicalismo y algunos desilusionados con el proyecto político de Mauricio Macri. Eso asegura el ex presidente Eduardo Duhalde a quien lo quiera oír, con el tácito apoyo de Ricardo Alfonsín quién, respetuoso de las internas partidarias, se limita a pedir por un pacto entre las mayores fuerzas políticas que, aparentemente, solamente Lavagna podría articular.
En el primero de una serie de videos que fueron filmados en la sede del Movimiento Productivo Argentino, Duhalde confirma que Lavagna está convencido de candidatearse para ayudar a sacar al país del pozo económico y político en el que se encuentra, frente a lo que el ex presidente considera una falta de experiencia por parte del gobierno de Macri. “Lavagna, yo hablo permanentemente con él, yo no estaría diciendo lo que digo si no supiera de la voluntad patriótica que tiene,” explicó Duhalde, confirmando de primera fuente que el ex Ministro de Economía de Néstor Kirchner tiene la intención de lanzarse por la presidencia. En otro de los clips, que saldrá en los próximos días, tira otra bomba: Lavagna no forma parte del Frente Renovador de Sergio Massa, dándole más fuerza a su posible candidatura.
El 15 de julio, Gustavo González publicó una columna en Perfil titulada “El gabinete de presidenciables de Lavagna”. Allí explicaba que las encuestas indicaban que Lavagna superaba a María Eugenia Vidal en imagen positiva, algo que también mencionó Duhalde en la conversación. A la vez, tanto el ex presidente como Alfonsín están convencidos de que las impericias de Cambiemos se deben a la inexperiencia y que justamente es Lavagna quien, entre los llamados presidenciables, cuenta con la más amplía experiencia en materia de crisis. “Hay muchos en la política nueva que creyeron que era fácil [generar acuerdos], parte de la sociedad creía que era fácil, y no es fácil la política. No es gobernar una empresa la política, no son 40 millones de empleados, son 40 millones de argentinos que piensan distinto,” concluye Alfonsín”.